La Copa de Softbol Recreativo «Amigos y Hermanos del Parque René Fraga» ya tiene a sus dos equipos finalistas, los que buscarán alzarse con el trofeo mayor este domingo.

Con partidos todos los fines de semana desde el mes de abril, el campeón defensor, Yanquis de Bachichi, peleará por su reinado luego de vencer en tres juegos al conjunto Los Ángeles, en la instancia de semifinal. El representativo de ETECSA, tercer puesto de la clasificación, desbancó a los Gigantes de Índigo y aseguró presencia en la finalísima.

«Es un equipo netamente de barrio, para el cual hemos buscado algunos refuerzos por la rivalidad del campenato. No es difícil dirigir un grupo de amigos, porque cada uno sabe lo que tiene que hacer en el terreno. En el short stop trato de mantener al infield atento sobre cada jugada para liderarlo poco a poco», dijo Víctor Cuba , director técnico y torpedero de los actuales monarcas.

Los conjuntos finalistas ya jugaron los primeros partidos de la etapa decisiva, pactada al mejor de tres duelos. En el primer turno, ETECSA venció por marcador abultado de 15 carreras por 6. A segunda hora, Bachichi devolvió la dosis y ganó por la vía del KO. Este empate obliga a decidir el rey en un tercer y último desafío.

Los aficionados al deporte también polemizan y comparten el espacio de la Copa.

«Hace años fui pelotero. Por un accidente me incliné por el softbol. En la casa tiro mis pelotas y hago alguna preparación para que salgan los resultados», destacó Jasmani Castillo Garrido, lanzador de ETECSA y líder en Ponches de la etapa clasificatoria, cuya experiencia resultó vital para que su grupo accediera a la final.

En contraste, jugadores más noveles figuran con protagonismo en sus filas. Jhon Enier Alfonso resalta que «nunca había jugado softbol. Hace apenas un año me incorporé y no pienso dejarlo. Juego sólo los domingos, y las cosas me salen bien, pues entrego todo en el terreno».

Entre la sana rivalidad y el esparcimiento, los softbolitas encuentran un espacio entretenido en los predios del matancero Parque René Fraga Moreno.

«Me siento bien porque juego la liga de mi barrio, donde comencé. Mi equipo necesitaba un pitcher y me alisté para ello. Es difícil porque te enfrascas en lanzar y te agotas por momentos, pero doy lo mejor de mí para que el equipo salga adelante», narró Moisés Esquerré, con experiencia en la Serie Nacional de Béisbol.

«Aquí tenemos jugadores con 15 o 16 años, hasta mayores de 60. Queremos detener la competencia en agosto, un mes muy cálido donde es difícil jugar bajo el sol, pero regresamos en septiembre. Ya varios jugadores se han acercado a nosotros y quieren formar parte para la continuación», sostuvo Elier Valladares, organizador de la justa.

La oportunidad de confraternizar sobre los diamantes de softbol une a noveles y no tan jóvenes. La Copa «Amigos y Hermanos del René Fraga» dirimirá su próximo campeón, pero el verdadero monarca del evento es el valor del deporte en los barrios y las comunidades.

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