La selección cubana de fútbol sufrió una dura derrota ante su similar de Trinidad y Tobago 1-3 como visitante en el último partido del grupo B del primer nivel de la Liga de Naciones de Concacaf.
A pesar de marchar invictos en el Torneo hasta el partido de marras, el conjunto dirigido por Yunielys Castillo se vio superado inobjetablemente por los Soca Warriors cuando se jugaba la permanencia en esa instancia.
Un empate les alcanzaba para tal propósito, pero la realidad resultó distinta y deberán regresar al nivel B en la próxima edición.
Desde el comienzo los anfitriones asediaron la puerta custodiada por Raico Arozarena, y al terminar la primera parte ya ganaban por dos goles.
Un tanto de Yasnier Matos devolvió –en el 62’– las esperanzas a los Leones del Caribe de empatar y alcanzar el objetivo. Mas al 65′ Real Gill marcó el tercero despejando el ánimo de remontada que dio resultados en el estadio Antonio Maceo, donde ambas escuadras terminaron con empate a dos el pasado 10 de octubre.
Al 70′ los cubanos se quedaron con uno de menos tras la segunda tarjeta amarilla mostrada al defensor Karel Pérez que significó una roja y expulsión.
De ello no pudieron recuperarse y pese a constituir esta su primera y única derrota en la lid, bastó para caer al quinto puesto del apartado.
La absoluta acusó las ausencias que mermaron sus posibilidades, incluidas las de jugadores estelares como Onel Hernández, Luis Javier Paradela, William Pozo y el defensor Yosel Piedra. Además de otros amonestados como Karel Espino y Rey Ángel Rodríguez.
No obstante, también se hizo esquivo sumar de tres en los dos partidos en casa, lo cual les hubiera asegurado de facto un tercer año consecutivo en el nivel A, inédito para conjuntos del patio.
Habrá que decir que el calendario de competiciones resultó desigual, y por ende injusto, pues los cubanos debieron enfrentar dos veces a los trinitarios y otra a los jamaicanos, acaso dos de los mejores del área del Caribe.
Distinto recorrido anduvo Nicaragua, con doble partido ante Guyana Francesa, el más débil del grupo y que no se las vio con los de la Mayor de las Antillas.
Insisto en el hecho, no con ánimo de justificar los acontecimientos, ya he dicho que una sola victoria en casa, algo absolutamente posible, aseguraba la permanencia, pero no puede medirse igual a equipos que vivieron realidades distintas y quizás eso hace algunos remitirse al axioma de que lo parejo no es ventaja. Esta vez lo fue.
(Raul Hernández Lima/JIT)