Toda la Argentina celebra por estas horas con la pasión e intensidad que solo sus aficionados le saben poner, luego que la selección nacional obtuvo este martes un rotulante triunfo. El conjunto albiceleste goleó 3-0 a Croacia y se encuentra a solo una victoria más para ganar la Copa del Mundo Catar-2022.

El once sudamericano contó con un Lionel Messi pletórico. Cuando el «10» viene conectado, las opciones de triunfo para los bicampeones mundiales aumentan considerablemente. Es el jugador que marca la diferencia en su país. Con él a plenitud, los límites de magia dentro de una cancha de fútbol se desdibujan ante semejante talento que desprende de sus botines.

Sabe que su tiempo en la escuadra nacional está en cuenta regresiva, pero en cada partido que sale a la cancha va acumulando récords y sigue, de paso, regalando un fútbol de altura, ese que siempre se le ha pedido con Argentina y que, en ocasiones, no había podido materializar.

En el juego de semifinales, Messi con su gol de penal al 34 se convirtió en el argentino con más dianas logradas en copas mundiales (11), dejando atrás al estelar goleador Gabriel Batistuta (10). Por si fuera poco igualó el récord absoluto para un futbolista con más partidos disputados en copas del mundo (25), hegemonía que comparte brevemente con el cerebro alemán Lotthar Matthaus.

Foto: MSN

Pero la genialidad del rosarino se mostró en el minuto 69, cuando recibió un balón en la banda y avanzó cerca de 30 metros, arrastrando ridículamente a su lado al defensor Josko Gvardiol. Messi humilló a quien ha sido considerado el mejor zaguero del mundial, y culminó la jugada con un sutil pase a gol para que Julián Álvarez firmase el tercero en la noche catarí.

El propio Álvarez había marcado en el encuentro con un tanto al 39, tras correr solo con la pelota y definir en una suerte de rebotes fortuitos que sonrieron en favor de los argentinos.

Las palmas para el mediocampo argentino, armado con los gladiadores Paredes, Fernández, De Paul y MacAllister, quienes suben y bajan por toda la cancha. Lo mismo destruyen la ofensiva rival que generan fútbol para acompañar a Messi y Julián.

Croacia salió con mucha intensidad y logró dominar en los primeros instantes la zona del medio campo, pero ha pecado por la falta de gol en sus delanteros y ante los argentinos no lograron descifrar la puerta de Emiliano Martínez. Centros estériles y remates lejanos sin mucha fuerza y colocación apenas llevaron algo de susto a portería de los gauchos.

Se quedaron sin respuesta para el segundo tiempo, cuando el encuentro estaba 2-0 y había suficientes minutos en juego para al menos conseguir una igualdad y extender el duelo a tiempos extras.

Se irán a discutir el sábado el bronce con el equipo que salga perdedor del enfrentamiento entre Francia y Marruecos. Los croatas han hecho un gran mundial a pesar de faltarles solidez y variedad en ataque. El adiós de un extra clase como Luka Modric no puede pasar desapercibido en el siguiente compromiso de su selección.

Ocho años después Argentina vuelve a una final mundialista. Messi y Ángel Di María sobrevivientes de aquel fracaso buscarán el próximo domingo redimirse en su última aventura futbolística. La gloria está a los pies de Messi, solo le queda tratar a la pelota como él sabe, con su toque inconfundible.

Aunque muchos piensen que no le hace falta mostrar más nada en un estadio, si quiere estar al lado de Maradona y Pelé necesita entonces dar un extra. Es su última corrida con la Argentina y millones de aficionados le respaldarán con admiración. (ALH)

Tomado de Granma

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