Teatro de Las Estaciones se reencuentra con Dora Alonso. Lo hace a partir de su nuevo espectáculo Flores de carolina y ajonjolí, inspirada en el poemario Los payasos, “una profesión igual que el títere humilde, popular, hermosa, noble”, ofrece un canto al respeto a la tercera edad como eje central de la sociedad.
“El poema que da paso al espectáculo se llama Todos cuidan al payaso viejo y aborda el tema de la vejez, del olvido hacia los abuelos quienes construyeron un patrimonio, una familia, que es la célula donde los niños crecen, se elevan y son para bien o para mal algo, con todo lo que pudieron en la vida, hasta que no pudieron más.
“Hacer un espectáculo para el adulto mayor es un compromiso con la memoria, con Dora, con los títeres a la manera de Las Estaciones, por eso es un juego payatitiritesco, no existe, es el payaso como uno lo ve, permeado del titiriterismo, la danza, la literatura y la plástica”.

Flores de carolina y ajonjolí presenta una visualidad sugerente en la que Zenén Calero Medina, Premio Nacional de Teatro, reinterpreta el estilo particular del humorista gráfico Arístides Hernández, Ares, quien tuviera a su cargo las ilustraciones de la reedición del libro Los payasos, en 2005, dota esas imágenes de tridimensionalidad y las convierte en títeres sobre el retablo.
“Cuenta con el privilegio enorme de habernos fijado en el diseño de Ares, que es fabulosa y tiene algún punto de contacto con el mundo de Zenén que se forma influenciado por la estética socialista del títere y Ares accedió. Como pasó con Sosabravo, Zenén respeta los colores de Ares y la forma y le pone de su arte porque es imposible desligarse de quien es uno”.
La relación de la agrupación con la escritora comenzó hace muchos años, a través de obras teatrales cuya cubanía es indiscutible, como la que defiende la autora de El cochero azul y Pelusín del Monte en cada una de sus creaciones.
“Para Teatro de Las Estaciones Dora Alonso no es una escritora solamente, es la familia; Dora no es alguien que leímos y nos gustó sino alguien que conocimos y compartimos con ella vida.
“El estreno de El sueño de Pelusín en el año 1999 fue con su presencia en el teatro Sauto. Significó el inicio de una relación linda que luego continuó con Pelusín y los pájaros en el 2001. Con esta obra hicimos una gira por toda Cuba en los lugares donde los Camejo (Pepe y Carucha) y (Pepe) Carril fundaron el Guiñol, tanto en las ciudades como en zonas rurales”, sostiene Rubén Darío Salazar, actor y director de Teatro de Las Estaciones, Premio Nacional de Teatro.
Agregó que “cuando Pelusín se estrena ya Dora no estaba viva, pero ella dijo que se iba a asomar por algún lugar e iba a aplaudir y Dora no ha dejado de aplaudir en ningún momento en la vida de Teatro de Las Estaciones.
“En el 2009, una de las infancias rescatadas, junto a la de Lorca y Bola de Nieve, fue la de Dora con Una niña con alas”.
En el espectáculo se combinan la música de Raúl Valdés, las coreografías de Yadiel Durán y la asistencia de dirección está a cargo de Iván García.
“Flores de carolina y ajonjolí es un espectáculo a caballo entre la creación de la Unidad Docente Carucha Camejo y los titiriteros experimentados de la agrupación, es decir, que el elenco se comparte entre los graduados de la escuela que ya trabajan con nosotros y tienen que conocer a Dora Alonso y actores como María Laura Germán o Javier Martínez de Ozába que ya llevan tiempo trabajando en Las Estaciones».
Para la ocasión, se prevé la inauguración de la exposición Los payasos titiriteros de Dora y Ares.
El estreno de Flores de carolina y ajonjolí, un espectáculo de laboratorio como lo catalogó su director, sucederá en la Sala Pepe Camejo los días 25 y 26 de marzo a las 11 de la mañana, para luego presentar su Soñar con los ojos abiertos, a las 3 de la tarde, en el teatro Sauto.
Jessica Mesa Duarte/Radio 26