Las centrales de generación térmica en el país presentan un marcado deterioro provocado por los años de explotación y por la falta de un financiamiento para su intervención capital, que las devuelva a los ciclos regulares de mantenimiento

Ese es el caso de la Unidad 4 de la Central Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, en la que se ejecuta, actualmente, un mantenimiento parcial ampliado, aseguró a Granma el ingeniero Lázaro Guerra Hernández, director general de Electricidad, del Ministerio de Energía y Minas.

Precisó que, aunque en momentos anteriores se había considerado su entrada para el mes de agosto, la realidad ha obligado a cambiar la tipología del mantenimiento y, por lo tanto, requeriría más tiempo. «Cuando abres una máquina, en dependencia de su estado es que se decide qué hacer, y aquí, evidentemente, había que prolongar el mantenimiento», comentó.

Carlos Fernández Almenares, jefe del taller de la unidad empresarial de base Cienfuegos, perteneciente a la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas, detalló a la acn las acciones que se relizaban en la máquina. Puntualizó que la rehabilitación general de la turbina permitió evaluar el estado de todas las partes internas, en las que muchas de las piezas presentaban daños, luego de 14 años sin recibir mantenimiento.

Expuso que esto obligó a trasladar esos componentes fuera del país para su reparación y alistamiento, pero ya concluyeron el proceso de montaje de esas piezas con las correcciones necesarias.

El especialista explicó que en la turbina se ha progresado significativamente en esta fase, y ahora transcurre la etapa de sellado definitivo, para luego proceder a la fase de limpieza de aceite y a la verificación de los esquemas de ese equipamiento.

Además, incursionaron en otros elementos como los equipos auxiliares, que contribuyen a la generación eléctrica y de vapor, informó Fernández Almenares.

Las inversiones del bloque cuatro comenzaron meses atrás, en respuesta, fundamentalmente, a la situación presentada en la caldera con las superficies intercambiadoras de calor, en particular en los sobrecalentadores y recalentadores, lo cual provocaba una serie de averías recurrentes, argumentó.

Los trabajos en esa área, dijo, incluyeron el desmantelamiento de la totalidad de los componentes, además de todos los serpentines de este conjunto.

Paralelamente, se llevaron a cabo diversas acciones de mantenimiento en los calentadores de aire, en los ventiladores, y en las distintas partes de los circuitos de flujos de aire y gases, así como en otros elementos como los quemadores.

Estas acciones abarcaron tanto medidas correctivas como labores de fabricación, o sustitución de equipos con algún estado de deterioro; por ello, el proceso de ensamblaje demandó un volumen considerable de uniones soldadas, en un proceso superior a 180 días, dedicados a la actividad de reparación de la caldera, argumentó.

«Durante las pruebas hidráulicas preliminares, en el generador de vapor se presentaron fallas en algunos componentes que debieron ser desmontados y trasladados a talleres especializados, los que para su reparación o reconstrucción en algunos casos, así como para el control y verificación posterior de todos los procedimientos implicados en su fabricación.

«Una vez que se reciban esas piezas ya reparadas, procederemos a dar continuidad a las actividades de mantenimiento de la caldera.

«Esto requerirá varios días de entrega y un notable esfuerzo por parte de los equipos  involucrados en la puesta en marcha y en la reconstrucción del bloque», explicó Fernández Almenares.

Los trabajos de rehabilitación en la unidad generadora continúan, con la labor comprometida y eficiente de las mujeres y los hombres, quienes trabajan, incansablemente, para garantizar que cada aspecto del proceso de reparación se lleve a cabo con la máxima precisión y rigurosidad.

Tomado de Granma

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