Graduado como químico, Luis Felipe Le Roy y Gálvez dejó una obra marcada por el amor a la ciencia y a la verdad histórica.

Hijo del destacado médico cubano Jorge Le Roy, Luis Felipe nació en La Habana el 24 de agosto de 1910. Estudió en el Colegio La Salle, en el St. Paul’s College, Lousiana, Estados Unidos, y en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, donde se graduó de bachiller en ciencias en 1927.

Alcanzó en 1933 el título de doctor en ciencias físico-químicas en la Universidad de La Habana. Además, también se hizo doctor en ciencias físico-matemáticas (1937) y en ciencias naturales (1937). Por 29 años impartió clases en ese alto centro docente.

Aunque hizo investigaciones vinculadas a la química, fue en la historia donde realizó una obra perdurable. Esto se vio favorecido al ocupar una plaza de asesor e investigador de asuntos históricos en el archivo central de la universidad.

Como historiador desarrolló tres líneas fundamentales: historia de la química en Cuba, historia de la Universidad de La Habana e historia de los acontecimientos en torno al 27 de noviembre de 1871. En todos los casos sus aportes fueron contribuciones importantes.

En el primer caso hay que destacar sus trabajos Apuntes para la Historia de la Química en Cuba (1950), Historia de la primera cátedra de química en Cuba (1950), José Estévez y Cantal. Primer químico cubano (1951) y Breve reseña del origen y desarrollo de la Química en Cuba (1954).

Sobre la Universidad de La Habana dio a conocer documentos trascendentales que agrupó en el libro La Real y Literaria Universidad de la Habana: síntesis histórica (1966). Otro de sus textos fue La Facultad de Ciencias de la Universidad de la Habana en el centenario de su creación (1963).

Sin embargo, la investigación más relevante que realizó fue expuesta en el libro A cien años del 71. El fusilamiento de los estudiantes (1971), considerada la más completa indagación sobre ese triste acontecimiento de nuestra historia. Hasta su muerte, el 12 de noviembre de 1978, continuó divulgando nuevos hallazgos vinculados al luctuoso hecho.

También escribió acerca de la historia de la medicina en Cuba. Sobre este tema publicó Bosquejo histórico del Hospital de San Francisco de Paula (1953), Dr. Juan M. Sánchez de Bustamante y García del Barrio (1969) y Bio-bibliografía del doctor Jorge LeRoy y Cassá (1976). Fue defensor de la obra de Carlos J. Finlay.

Colaboró en las revistas Universidad de La Habana, Vida Universitaria, Bimestre Cubana, Criminalística, Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana; Boletín del Archivo Nacional de Cuba, entre otras.

Formó parte de la Sociedad Cubana de Botánica y de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. También integró la Sociedad Económica de Amigos del País, la Academia de Historia de Cuba y la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina. (ALH)

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