Especialistas costarricenses evitan hoy los riesgos biológicos del caracol gigante africano (Lissachatina fulica) mediante un proceso controlado de congelación y destrucción total por altas temperaturas, según una entidad científica estatal.

El procedimiento garantiza que mueran sin representar peligros de contaminación los ejemplares del molusco, concentrados en dos brotes detectados hasta ahora en la norteña provincia de Heredia, añadió el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE).

“Los caracoles mueren después de 24 horas de estar bajo congelación, y entonces los llevamos a un autoclave para aplicarles altas temperaturas, lo cual prácticamente desnaturaliza al molusco”, explicó a Teletica.com el director de esa institución, Nelson Morera.

El experto recordó que esta especie, cuyo primer brote fue localizado el 21 de octubre en Mercedes Sur, y el segundo en San Lorenzo, ambos en la citada región de Heredia, representa un riesgo para la agricultura, así como para la salud humana y animal.

La plaga fue localizada por el SFE, entidad del Ministerio de Agricultura y Ganadería, en propiedades residenciales cercanas a siembras de tomate, café y pastos, según CR Hoy.com.

Las labores de control realizadas hasta la fecha en la provincia suman en total unos dos mil caracoles recolectados en los brotes de ambos sectores, precisan las fuentes.

Los ejemplares del primer hallazgo en la comunidad de Mercedes Sur, que ya causaron en el ganado bovino una muerte y 26 contagios, presentan un menor desarrollo que los de San Lorenzo, por lo que esta última comunidad podría ser el punto inicial de aparición, de acuerdo con los especialistas.

Los primeros caracoles gigantes africanos de Costa Rica fueron encontrados en 2021 en la zona de Curubandé, en la noroccidental provincia de Guanacaste.

La presencia en el país de esa especie, propagada mediante el hombre, corrientes de agua y otras condiciones climáticas, pone en riesgo los mercados de exportación, al ser una de las plagas más temidas en el comercio internacional por su facilidad para transportarse y propagarse.

El caracol gigante africano se caracteriza por una concha de forma helicoidal conformada por 7 a 9 vueltas, con punta aguda, textura lisa y color violeta oscuro alternado con amarillo claro. (ALH)

Tomado de Prensa Latina

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