En 1964 se publicó la primera edición del libro “El Ingenio. El complejo económico social cubano del azúcar”. El tiempo lo ha consagrado como un clásico de la historiografía cubana.

El historiador cubano Manuel Moreno Fraginals fue el autor de El Ingenio. Motivado por antecedentes familiares, como declara en su libro, legó un análisis esencial para entender la conformación de la sociedad cubana.

En 1964 se publicó solamente su primer tomo. En 1976 apareció una versión en inglés, pero dos años después se dieron a conocer sus tres tomos actuales. No obstante, desde 1964 quedó claro que era una obra imprescindible en la historiografía cubana.

Con maestría, Moreno relacionó el surgimiento y auge de la plantación esclavista con el entorno azucarero mundial. Pero no fue sólo lo económico lo que tuvo en cuenta, también hilvanó estos hechos con las variables políticas y culturales cubanas de fines del siglo XVIII hasta finales del XIX.

En este libro la utilización de la estadística es ejemplar. También sobresale la descripción general, a pesar de las particularidades que el autor reconoció, del proceso fabril en el ingenio. Ante la vista del lector pasan los avances tecnológicos y la contradicción que implicaban al interactuar con la mano de obra esclava.

Una y otra vez aparecen esbozadas las ideas de los grandes sacarócratas cubanos y sus ideólogos. Moreno hace un ejercicio dialéctico valioso, al valorar las ideas y actitudes de Francisco de Arango y Parreño, Juan Poey Aloy, Wenceslao de Villaurrutia, entre otros.

Pero el personaje central de esta obra revolucionaria es el esclavo negro. Las miles y miles de personas esclavizadas que, con su sudor y su muerte, hicieron la riqueza de Cuba.

En el segundo tomo de la edición de 1978 aparecen epígrafes imprescindibles para estudiar la esclavitud en Cuba. Desde la jornada de trabajo, hasta la medicina en los ingenios. Desde la alimentación y la vida sexual en el barracón, hasta la mentira del “buen tratamiento”.

No pueden dejar de leerse sus comentarios sobre el impacto medioambiental de la agroindustria azucarera. Una deuda que todavía hoy la sociedad cubana está pagando, a pesar del tiempo transcurrido.

Con mano firme se describe la inevitable crisis de la producción azucarera cubana de fines del siglo XIX. Se exponen con claridad las contradicciones en que estaba atrapada la clase social de los hacendados y cómo, por esta causa, perdió peso político en Cuba.

Todo el contenido de este libro quedó expuesto, además, de forma brillante por su autor. Moreno Fraginals hizo gala del buen lenguaje, lo cual lo acercó de forma definitiva a sus lectores por 60 años.

Como reconoció el historiador Alejandro García: “El Ingenio tiene como característica fundamental una enorme capacidad para la comunicación de sus contenidos”.

Seis décadas después se han realizado nuevos análisis históricos sobre la agroindustria azucarera cubana. Se han añadido nuevas ideas a las tesis de Moreno, pero El Ingenio es un clásico al que hay que volver una y otra vez. (ALH)

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