El Sol en Cuba no entiende de horarios y a cualquier instante del día parece querer partir hasta las mismísimas piedras.
¡¡¡Ñooo, el indio está ‘encendío’!!!, se escucha decir, una y otra vez, entre quienes abarrotan la playa.
Sobresalen los adolescentes y jóvenes. Ellos aprovechan, sin dudas, una de las mejores distracciones que les ofrece la etapa.
Pero la playa debe provocar goce y no jaquecas.
Por eso, aun cuando en estas edades los consejos sensatos se olvidan, más vale tenerlos presente mientras descansan, juegan en la arena o disfrutan de un chapuzón.
Evitar las quemaduras solares y con ello los riesgos de contraer enfermedades en la piel debe figurar entre los mismos.
Los rayos ultravioletas afectan la superficie y las capas más profundas de la epidermis y, si bien ahora “tostarse un poco” puede parecer inofensivo, a la larga saldrán a relucir las consecuencias.
Es recomendable no abusar de las exposiciones al Astro Rey, sobre todo entre las 11 de la mañana y las cuatro de la tarde y usar gafas oscuras para proteger los ojos.
Alguna dolencias, como la gripe, suelen aparecer en dicho periodo.
Mejor, entonces, no intercambiar objetos de uso personal: toallas, vasos, cucharas, espejuelos.
Varias horas de mar y Sol provocan hambre y no pocos adolescentes y jóvenes luego de estas jornadas son capaces de devorar cuanto alimento aparezca en su camino.
A veces, llevados por ellos mismos, pero que consumen sin tener en cuenta que han sufrido los embates del calor.
En el verano se desarrollan algunos microorganismos en las comidas que provocan diarreas, vómitos, dolor de cabeza y fiebre, entre otras consecuencias.
No entrar bruscamente en el agua y esperar dos o tres horas para bañarse después de comer previene la ocurrencia de accidentes.
Por otra parte, contribuir al cuidado de las playas significa también reducir el peligro de que sus similares sufran heridas causadas por vidrios o latas tiradas en la arena.
Para pasarla bien y compartir con los amigos no hace falta que medien las bebidas alcohólicas. Ellas pueden conducir a politraumas y ahogamientos.
También generan riñas y cambian el rumbo a quienes solo buscan descompresionar y liberar tensiones.
Entre los consejos que no deben olvidar están respetar las normas de seguridad y las indicaciones establecidas en cada lugar de baño.
Entre ellas, no tirarse de cabeza en sitios de fondo desconocido y retirarse si comienza a llover o tronar con intensidad.
A la playa se va a disfrutar, da lo mismo el traje de baño que se escoja, lo importante es llevar con él las medidas de prevención. (ALH)