Durante varios años postergué el momento de publicar una impresión personal sobre Fidel Castro Ruz, el Líder Histórico de la Revolución Cubana. Grandes voces de Cuba y del mundo lo habían retratado en toda su estatura. Historia de gigantes, cuya humildad y sencillez de raíz martiana, hacían caber en un grano de maíz.
Con el tiempo aprendí que la impronta de nuestro Comandante en Jefe, se reparte entre muchos estamentos del pueblo.
Obreros y campesinos, políticos e intelectuales, estudiantes y combatientes, unidos en perfecta armonía, perpetúan la imagen perfecta de Fidel.
Entonces evoqué las ocasiones que compartí un mínimo tramo de su andar sin cansancio, vencedor de todas las lindes. El recuerdo de actos, reuniones y congresos, hicieron posible el humilde y cálido entusiasmo que ahora intento describir en sus principales esencias.
En marcha con Fidel
Desde el alborozo infantil durante la entrada triunfal de enero de 1959, hasta las épicas jornadas de abril de 1961, cuando se definiera el carácter socialista de la Revolución, la acción y la palabra del líder, se hacían conciencia en el despertar de los más jóvenes, contagiados por el fervor de los mayores.
Luego fueron las caravanas del pueblo matancero hasta la Plaza de la Revolución en la ciudad de La Habana, para acompañar a Fidel, en las históricas celebraciones del Primero de Mayo o del 26 de Julio.
Con Fidel estuvimos en las 3 ocasiones que la provincia de Matanzas obtuvo la sede por el Día de la Rebeldía Nacional. En 1991 ocupé un lugar en la presidencia para escuchar las palabras del Comandante en Jefe en compañía del heroico combatiente sudafricano Nelson Mandela.
En cada momento la convicción y el ejemplo afianzaban la conciencia y el espíritu de lucha que emergían de cada sentencia del comandante invicto.
En 1984 asistí al IV Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas. El diálogo de Fidel con los delegados, su atención a las preocupaciones planteadas y el seguimiento a cada problemática debatida, constituían pautas de trabajo de ejemplar valor y rigurosidad.
De las sesiones de trabajo recuerdo la ocasión que Fidel descendió desde la presidencia hasta el plenario durante uno de los recesos programados. Se dirigió a la delegación matancera, para precisar con una dirigente estudiantil de la provincia los detalles de la celebración del resultado productivo de los estudiantes en el plan citrícola de Jagüey Grande. Sin dudas, una impresionante demostración de sencillez y ocupación por los temas debatidos.
La puntualidad de Fidel era proverbial. Muchas veces atento a los relojes, admiré la llegada del Comandante en Jefe en el horario preciso anunciado en los programas de los eventos. Desde entonces siempre señalé la tardanza a reuniones y eventos cuando nadie como él tendría una agenda más saturada de tareas y compromisos.
Con ojos de futuro
La aguda visión de Fidel para adelantarse a los tiempos y predecir el futuro era reconocida. Durante las sesiones del XVI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, celebrado en enero de 1990. En el combativo evento convocó al movimiento sindical a enfrentar las dificultades derivadas de la crisis del socialismo europeo.
La desintegración de la Unión Soviética y la desaparición del campo socialista constituyeron un duro golpe a la economía cubana. Los análisis de Fidel durante las sesiones del congreso obrero contribuían a enfocar los análisis para el enfrentamiento de la crisis.
…”pueden venir otras variantes para las cuales tenemos que prepararnos. Nosotros llamamos a ese período de bloqueo total, período especial en tiempo de guerra; pero ahora tenemos que prepararnos por todos estos problemas, e incluso, hacer planes para período especial en tiempo de paz”.
Aún antes, en el 53 Pleno del Consejo Nacional de la CTC, Fidel discutía con el movimiento sindical los errores y tendencias negativas introducidas en la economía del país y su necesario enfrentamiento.
De los Congresos XVII y XVIII de la CTC, que también contaron con la presencia de Fidel, gané la experiencia de sus profundas indagaciones sobre el cumplimiento de los planes económicos y programas sociales. En el primero de ellos intervine sobre la marcha de la zafra matancera y los planes de recuperación cañera, temas debatidos críticamente durante el evento. Del segundo, cabe recordar la participación de todos los delegados en el acto por el Primero de Mayo en que Fidel pronunciara el histórico concepto de Revolución.
…”no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.”
El desarrollo de los llamados Parlamentos Obreros marcaron una pauta en el trabajo del movimiento sindical. La iniciativa surgida durante las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en diciembre del año anterior, devino una extensión de los análisis del parlamento cubano hasta los colectivos laborales bajo la mirada atenta de Fidel. Concluidas las asambleas del proceso que involucró a campesinos y estudiantes, se llevó a cabo el análisis de cada propuesta.
A la reunión resumen con los Secretarios Generales de los Sindicatos Nacionales y de los Comités Provinciales de la CTC, participé en representación del Secretario General de la CTC en Matanzas.
El debate sobre el plan de medidas presentado a partir de los acuerdos del Parlamento Obrero fue amplio y abierto. El análisis profundizó en todos los aspectos que incidían en las difíciles circunstancias en que vivía el país.
Fidel con suma atención escuchó cada preocupación, reflexionó sobre cada una y puntualizó las medida que debían ser revisadas.
Como representante sindical acompañé la delegación matancera a varios Foros de Ciencia y Técnica. La presencia de Fidel contribuyó a desarrollar un amplio plan innovador y la generalización de las mejores experiencias.
En defensa de la democracia
Desde la modificación a Ley Electoral de 1992 fui nombrado Presidente de la Comisión Provincial de Candidaturas durante 3 mandatos. El Decreto Ley incluía la elección de los Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular y los Delegados a las asambleas Provinciales, directamente por el pueblo en los distintos territorios que representarían.
Invitado a las asambleas constitutivas del Parlamento Cubano en 1993, 1998 y 2003, aprecié el alto valor conferido por el Líder Histórico a la consulta popular mediante el proceso que singulariza el carácter democrático de nuestras elecciones.
“No podrán impugnar la característica extraordinariamente democrática de nuestro proceso, en primer lugar, por la forma de elección o de selección de los candidatos”.
Contra la manipulación enemiga, Fidel consolidó un sistema inédito donde el pueblo nomina y elige a sus legítimos representantes.
La celebración del aniversario 98 del Líder Histórico de la Revolución Cubana nos acerca a la historia del héroe que rechazó honores para enseñarnos con Martí que “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz.”