El antiguo paso peatonal ubicado en la calle Martí del municipio de Perico, constituye uno de los enlaces entre las regiones norte y sur de este territorio matancero. Con más de un siglo en explotación, el túnel bajo las líneas férreas mantiene el tránsito de las personas.
Seis años atrás, una rehabilitación capital intentó devolverle funcionalidad al túnel, aunque el peligro de derrumbe de una edificación colindante interrumpió el paso.

«Debido al posible derrumbe de los altos del edificio Guarina, el gobierno de Perico decidió demolerlo», afirma Anairis Sousa Díaz, intendente del municipio.
Por dichas acciones el llamado túnel de Perico estuvo cerrado en un período de dos años. Esto provocó en sus interiores un amplio nivel de deterioro.

«Gracias a la visión del Consejo de Administración proseguimos con luz verde a la realización de un mantenimiento para la reapertura, la cual contempló arreglar los pasamanos, las paredes que en algún momentos llegaron a deteriorarse y resaltar el escudo del municipio, trabajo que se logró en solo 26 días», asegura la Intendente.
La precariedad del sitio había provocado alternativas por parte de los transeúntes, y a metros de distancia y sobre las líneas del tren, improvisados senderos devinieron soluciones temporales a falta de respuesta oportuna. En realidad representaban un riesgo para la vida de las personas que hacían de este, su paso diario.

«Muchas personas presentaban quejas por el hecho de caminar varias cuadras para pasar de un lado al otro, y, a la vez, por la demora en la respuesta. Al parecer no comprendían realmente el peligro de que esta instalación se derrumbara», expresa Luisa Engracia Abreu Castillo, periqueña.
El paso peatonal, tras dos años de cerrado, reabrió su ir y venir cotidiano. No obstante, la actividad ferroviaria y la cercanía de escuelas pone en vilo a los periqueños que hacen del centenario enlace una vía de acceso más cómoda y segura. (ALH)
