La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó este jueves la masacre ocurrida en Chiapas, en donde un grupo de militares disparó contra un vehículo que transportaba a 33 migrantes extranjeros, en un hecho que dejó un saldo de seis personas muertas y 12 heridas.
«Es un hecho lamentable y tiene que ser investigado y sancionado. Los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional que dispararon ya están puestos a disposición de la Fiscalía General de la República, y es la Fiscalía quien tiene que hacer la investigación», explicó la mandataria en conferencia de prensa.
El crimen ha provocado una conmoción en el país porque ocurrió el martes por la noche, apenas horas después de que Sheinbaum tomara posesión como presidenta.
La mandataria aseguró que se investigará si hay responsabilidad adicional de mandos militares o si los únicos responsables son los dos soldados que dispararon.
«No puede repetirse una situación así», insistió al revelar que la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y el canciller Juan Ramón de la Fuente, ya están en contacto con los familiares de las víctimas para brindarles apoyo.
En un principio, la Sedena aseguró que los migrantes provenían de Egipto, Nepal, Cuba, India y Pakistán, pero Sheinbaum reveló que también había personas de El Salvador y Perú.