La tendencia se produce mientras Rusia redirige sus envíos hacia Asia, considerado como un mercado clave para los productores de Oriente Medio.
Arabia Saudita e Irak están incrementando sus suministros de petróleo al mercado europeo mientras la Unión Europea trata de disminuir su dependencia del crudo ruso, sancionado por el bloque como parte de sus restricciones en respuesta al conflicto en Ucrania.
La agencia Bloomberg reportó este viernes que los envíos petroleros desde Oriente Medio han aumentado en general, con Bagdad y Riad como contribuidores clave en este proceso. Arabia Saudita domina los envíos a través del oleoducto Sumed, que cruza Egipto y conecta la terminal de Ain Sukhna, en el golfo de Suez, con Sidi Kerir, en el mar Mediterráneo. Mientras, Irak usa principalmente la vía marítima y el canal de Suez.
En particular, en las primeras tres semanas de julio más de un millón de barriles diarios de crudo han sido bombeados a través del oleoducto, estima el medio con referencia a sus datos. Los volúmenes casi se duplicaron en comparación con el año pasado.
En paralelo, unos 1,2 millones de barriles se han transportado a diario hacia el canal de Suez desde el golfo Pérsico en el mismo período de julio. La mayoría de estas entregas provienen de Irak. De esta forma, el mercado europeo recibe hasta 2,2 millones barriles diarios desde Oriente Medio, lo que representa un incremento de casi el 90 % desde enero pasado.
¿A dónde va el crudo ruso?
Paralelamente, Rusia también está incrementando sus entregas de crudo, que van desde los puertos en los mares Báltico y Negro hacia compradores en la India y China, que se benefician de descuentos mientras los precios de petróleo en el mundo experimentan un alza.
La reorientación se produce tras el compromiso de la UE de recortar cerca del 90 % sus importaciones de petróleo ruso, un objetivo que está fijado para materializarse para finales de año.
Además, el paquete de sanciones de Bruselas incluye la prohibición de asegurar los envíos rusos a cualquier comprador. Si esta restricción afecta a las exportaciones en general -algo que teme el Departamento del Tesoro de EE.UU.-, la competencia por los suministros de Oriente Medio podría intensificarse, estiman desde Bloomberg.
¿Qué refleja el cambio en los envíos?
«Ahora vemos un desvío de algunos de esos barriles [de Oriente Medio] desde Asia hacia Europa», señaló Giovanni Staunovo, analista del banco de inversión UBS. El experto confirmó que Europa reduce sus compras a Rusia, mientras que Moscú redirige su petróleo a Asia, «mercado clave de Oriente Medio».
El ajuste en el destino final del crudo de Rusia y de Oriente Medio pone de manifiesto desafíos logísticos, que se refuerzan a medida que crece el rechazo al petróleo ruso por parte de los compradores occidentales. En particular, los buques petroleros tienen que cubrir distancias más largas, lo que intensifica el uso de la flota de estas naves a nivel mundial.
«Las toneladas-milla [unidad estadística de tonelada de carga transportada por milla recorrida] de importación de la UE se han duplicado como mínimo. Las toneladas-milla de petróleo ruso se han triplicado, si no más», indicó Lars Barstado, director ejecutivo de la empresa de transporte marítimo de crudo Frontline Management.
«Los precios del petróleo se dispararán hasta las nubes»
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, advirtió este martes sobre los efectos adversos de los planes de Occidente de limitar la compra y poner topes de precios al crudo del país euroasiático.
«Ahora escuchamos todo tipo de ideas contenciosas sobre la limitación del volumen de petróleo ruso, la limitación del precio del petróleo ruso. Es lo mismo que ocurre con el gas. El resultado -incluso es sorprendente que lo digan personas con títulos universitarios- será el mismo: una subida de precios. Los precios del petróleo se dispararán hasta las nubes», afirmó.
El viaje de Biden a Arabia Saudita
En este contexto, el presidente estadounidense Joe Biden realizó recientemente una gira por Oriente Medio, que incluyó una visita a Arabia Saudita. Entre otras temas de su agenda, el mandatario buscaba convencer a Riad de aumentar su producción de petróleo para rebajar los precios de los combustibles.
El príncipe heredero del reino, Mohamed bin Salmán, prometió aumentar la capacidad máxima de producción diaria hasta los 13 millones de barriles, pero solo para el 2027. Además, advirtió que tras esa alza no habrá posibilidad de incrementarla.