Por Mayara Hernández Infante 
Un estudio de MintPress de bases de datos profesionales y sitios web de empleo revela una amplia red de ex alumnos de Estudios de Guerra que ocupan muchos de los trabajos más influyentes en los medios, lo que constituye un ejército silencioso de personas que influyen en lo que el mundo ve (y no ve) en sus redes sociales.
Escuela de espionaje
Ubicado en un imponente edificio cerca de las orillas del río Támesis en el centro de Londres, el Departamento de Estudios de Guerra se encuentra en el corazón del establishment británico. El personal actual incluye al exsecretario general de la OTAN , el exministro de Defensa del Reino Unido y una gran cantidad de oficiales militares de la OTAN y de países aliados a la OTAN.
También es un campo de entrenamiento favorito para los servicios secretos. Un informe de 2009 publicado por la CIA describió lo beneficioso que es «usar las universidades como un medio de entrenamiento de inteligencia», y escribió que «la exposición a un entorno académico, como el Departamento de Estudios de Guerra en el King’s College de Londres, puede agregar varios elementos que puede ser más difícil de proporcionar dentro del sistema de gobierno”, y también mencionó que la facultad del departamento tiene “una amplia y completa experiencia en inteligencia”.
El año pasado, MintPress investigó más profundamente los vínculos de inteligencia del departamento.
Además, la universidad ha admitido libremente haber celebrado una serie de acuerdos de financiación secretos con el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Defensa del Reino Unido. Sin embargo, se ha negado a dar más detalles sobre estos contratos y le dijo al medio de noticias de investigación Declassified UK que hacerlo podría socavar la seguridad nacional.
Si bien el Departamento de Estudios de Guerra desempeña un papel clave en la producción de agentes de inteligencia de Occidente, también capacita a muchos de los mejores periodistas del mundo, así como a administradores de redes sociales, cuya tarea es protegernos de la información errónea que publican los demás. Como tal, es una parte central de la nueva guerra de información de alta tecnología que se libra entre Rusia y Occidente, en la que el estado de seguridad nacional toma cada vez más el control de los medios de comunicación con el pretexto de protegernos del Kremlin.
(Cubadebate)