Por Luis Ernesto Martínez González 
Desde 1952, los Cuadernos de Historia de la Salud Pública realizaron una ardua labor en la divulgación del devenir de la medicina cubana a través del tiempo.
En 1951 fue creada la Oficina del Historiador del Ministerio de Salubridad y Asistencia Social. Al frente de esta se nombró al historiador César Rodríguez Expósito (1904-1972). Una de las primeras acciones que materializó fue crear los Cuadernos de Historia Sanitaria, publicación encargada de reflejar la labor de investigación y de recopilación de información sobre el desarrollo histórico de la salud pública en el país.
Inicio y objetivos
Esta colección monográfica se inició en 1952 y en su número 17 (1961), comenzó a denominarse Cuadernos de Historia de la Salud Pública, con el que se mantuvo durante décadas. Se inspiró en los Cuadernos de Cultura creados por Jorge Mañach en 1934, y en los Cuadernos de Historia Habanera, fundados en 1935 por Emilio Roig de Leuchsenring.
Después de 1959 los Cuadernos de Historia de la Salud Pública aumentaron el número de páginas de cada ejemplar y su frecuencia anual llegó a estar en cuatro números. Desde el número 80 (1995) se enriqueció con una versión digital. El número 85 (1999) fue editado únicamente en formato virtual y desde el 89 (2001) sólo apareció de forma digital en la red INFOMED. Aunque se trató de volver a imprimirlos en papel, esto no fue posible.
El primer director de los Cuadernos de Historia de la Salud Pública fue César Rodríguez Expósito. Tras su muerte en 1972, asumió ese cargo el doctor Gregorio Delgado García, historiador del Ministerio de Salud Pública por varias décadas. Este reconocido investigador falleció el pasado 4 de septiembre de 2024, dejando un valioso legado de estudio y divulgación de la historia de la medicina cubana.
En el “Prólogo” al primer Cuaderno de Historia de la Salud Pública, el entonces ministro de Salubridad y Asistencia Social, doctor José R. Andreu, afirmó:
“Nuestra historia sanitaria no debe quedar escrita y dispersa, solamente, en las hojas de la prensa diaria, de las revistas ni de las citas ni relatos de los libros científicos. Es demasiado importante esta labor realizada en Cuba a través de todos los tiempos, para quedar relegada al solo testimonio múltiple y fugaz de la información periodística, diluida entre las publicaciones de la época. La grandeza de esta ejecutoria sanitaria debe ser recogida y fijada en bloque en las páginas de la Historia”.
Más adelante destacó, que:
“…se ha iniciado el trabajo lento pero efectivamente para reunir todos los datos, antecedentes, documentos y testimonios fehacientes sobre aquella labor, a fin de ofrecerle al pueblo de Cuba y todo el Continente una versión histórica de nuestro pasado sanitario en todos los órdenes, y que sirva de fuente cierta para que los historiadores puedan beber en ella y obtener datos y documentos que estimen necesarios en la redacción de los aspectos de nuestra Historia relacionados con la salud pública”.
Al concluir, enfatizó:
“La Sanidad Cubana tiene ciertamente páginas numerosas acreditativas de conducta ejemplar y de abundante eficacia, cuyo repaso alienta a los que hoy dirigimos, deseando vencer obstáculos y superar, si a tanto nos alcanzan las fuerzas, los aciertos que lograron nuestros antecesores.
Volver sobre esas páginas y darles nueva vida con el aliento de una pluma brillante y conceptuosa, será útil porque en el contraste con el pasado encuentra el ánimo emprendedor fuentes próvidas de experiencias y enseñanzas con las cuales afrontar las responsabilidades del presente y aspirar a las mejores realizaciones del porvenir”.
Temas de los Cuadernos
Varios temas relativos a la historia de las ciencias médicas fueron incluidos en los Cuadernos de Historia de la Salud Pública. El más tratado, con un total de once volúmenes, fue la figura y significación del médico cubano Carlos J. Finlay. Hay que señalar que esta serie de publicaciones mantuvo, en todas sus etapas, una irrestricta defensa del legado finlaísta.
En relación con instituciones vinculadas a la medicina cubana, se editaron Cuadernos sobre El Protomedicato de La Habana y El primer hospital de La Habana. También sobre los hospitales y asilos de Puerto Príncipe o Camagüey y el Real Hospital Nuestra Señora del Pilar. Además, se dedicó una edición a la creación de la Secretaría de Sanidad y Beneficencia en Cuba, primera que existió a nivel mundial.
Acerca de temáticas relacionadas con especialidades médicas y enfermedades específicas hay que destacar los Cuadernos dedicados a la Epidemiología y a la Reseña y sinonimia de la pelagra y la frambuesa. Otros trataron la historia de la Odontología y la Farmacia, así como sobre la donación de sangre y el empacho en Cuba.
Muy valiosos fueron los dos volúmenes titulados La Medicina en La Habana, que recogieron la presencia de esta ciencia en las Actas Capitulares del Cabildo de La Habana, entre 1550 y 1800. Un Cuaderno trató sobre las ciencias médicas en la filatelia cubana y otro sobre médicos en la vida de José Martí.
Sobre la historia regional de la medicina en Cuba versaron los tomos dedicados a los poblados de Regla y San Diego de los Baños, así como a la provincia de Pinar del Río. La Historia de la Medicina en Cuba, escrita por el doctor José A. Martínez-Fortún Foyo, que abarcó del siglo XVI a 1958, se editó en tres Cuadernos. Médicos extranjeros como Wilhelm H. Hoffman, Nicolás Manzini y Eugenio Espejo, estuvieron entre las figuras estudiadas.
La mayoría de los Cuadernos de Historia de la Salud Pública se dedicaron a rendir homenaje a las grandes personalidades de la historia de la medicina cubana. Hay volúmenes dedicados a la vida y obra de Tomás Romay, Joaquín Albarrán y Francisco Domínguez Roldán. También de Enrique López, Paul Lafargue, Idelfonso Pérez Vigueras y Francisco Cabrera Saavedra.
Se incluyó un Cuaderno… para resaltar el legado de Laura Martínez de Carvajal, primera mujer cubana graduada universitaria de medicina. Se sumaron, además, los relativos a Emilio Martínez, Francisco R. Argilagos, Claudio Delgado, José A. Malberti y Jorge Le Roy y Cassá. Otros de los que estuvieron presentes en la colección fueron Enrique Núñez, José H. Pazos, Juan M. Sánchez de Bustamante, Manuel R. Silva y Francisco Etchegoyen.
No podían faltar médicos relevantes como Nicolás J. Gutiérrez, Antonio de Gordon, Raimundo de Castro y Arístides Agramonte. Profesionales de la medicina destacados por su compromiso social, como Gustavo Aldereguía, Eugenio Torroella, Federico Sotolongo Guerra, Francisco Lancís y Manuel Sánchez Silveira, formaron parte de los Cuadernos de Historia de la Salud Pública.
Otra faceta de esta publicación fue resaltar el papel de los médicos durante las guerras de Independencia en el siglo XIX. Por esta razón publicó un índice de médicos, farmacéuticos, dentistas y estudiantes en la Guerra de los Diez Años. Dio a conocer una biografía del doctor Félix Figueredo y publicó su testimonio sobre la Protesta de Baraguá, en la cual participó. Otro volumen trató sobre Máximo Zertucha, médico de Antonio Maceo, y otro sobre la Sanidad Militar del Ejército Libertador de Cuba.
Los testimonios e historias de los médicos que participaron en la lucha guerrillera y en el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959, también se abordaron en los Cuadernos de Historia de la Salud Pública. Sobresalen los tomos de Médicos guerrilleros y Testimonios de médicos revolucionarios cubanos. Fueron tratados, además, la salud pública en el pensamiento del Che Guevara y la solidaridad internacional de la medicina cubana.
En lo relativo a la bibliografía médica hay que resaltar los trabajos de Elena López Serrano sobre efemérides y noticias médicas cubanas, así como los índices del Boletín de la Sociedad Cubana de Pediatría y de la Revista Cubana de Pediatría. Deben mencionarse los trabajos académicos y otros estudios, de César Rodríguez Expósito, incluidos en uno de los Cuadernos.
Buena parte de la vasta obra historiográfica del doctor Gregorio Delgado García quedó recogida en los Cuadernos de Historia de la Salud Pública. Son numerosas las compilaciones de trabajos suyos que formaron parte de esta colección. Deben mencionarse los volúmenes titulados Estudios sobre Historia Médica Cubana, Temas y personalidades de la historia médica cubana, En los dominios de Esculapio y Oficiando ante Higea.
La última obra de gran aliento del doctor García Delgado fue Historia de la enseñanza médica superior en Cuba. De acuerdo a las fuentes consultadas, publicó en los Cuadernos las tres partes de esta obra en formato digital, la última de ellas en 2009.
Presencia de Matanzas
Un total de 12 Cuadernos de Historia de la Salud Pública estuvieron relacionados con Matanzas. El primero de ellos, segundo de la colección, fue Centenario del nacimiento del Dr. Juan Guiteras Gener (1952).
En el propio año 1959 el doctor Julio Martínez Páez, matancero y primer ministro de salud del Gobierno Revolucionario, dio a conocer el testimonio Médicos en la Sierra Maestra. Este fue el Cuaderno número 14. Otro testimonio, el titulado La vida rural (1960), que recogió un discurso pronunciado en 1915 por el doctor Juan Santos Fernández, se publicó como el Cuaderno 16.
Papeles del Dr. Juan Guiteras Gener (1962), fue el Cuaderno número 18 y la compilación Dr. Enrique Lluria Despau (1963) el 21. De la autoría de César Rodríguez Expósito fueron otros dos Cuadernos vinculados a médicos matanceros. Se trató de los volúmenes 22, Dr. Ramón L. Miranda (Médico de Martí) (1963) y 35, Dr. Juan N. Dávalos: el sabio que sueña con las bacterias (1967).
La evocación que hizo el matancero Ángel A. Aballí del Dr. Joaquín L. Dueñas (1967), fue el motivo del Cuaderno 36. Los doctores Daniel Alonso Menéndez y Gregorio Delgado García, publicaron sobre este célebre pediatra yumurino el Cuaderno 93, bajo el título de Dr. Ángel A. Aballí Arellano (1880-1952), Maestro de la Pediatría Cubana (2003).
Además de los mencionados, se publicó el Cuaderno 45, titulado Dr. Enrique B. Barnet (1969), por el Dr. José A. López del Valle. El 46, sobre el Dr. Oscar Amoedo y Valdés (Una figura de la odontología universal) (1969), fue escrito por César Rodríguez Expósito. El valioso testimonio Recuerdos de una larga vida, del Dr. Mario E. Dihigo, fue el número 60 de los Cuadernos de Historia de la Salud Pública.
Desde 1952 los Cuadernos de Historia de la Salud Pública hicieron una valiosa obra de investigación y divulgación de la historia de la medicina cubana. Es un legado que es preciso mantener. (ALH)
Varios Cuadernos de Historia de la Salud Pública pueden ser consultados en:
Para profundizar en el conocimiento de los Cuadernos de Historia de la Salud Pública pueden consultarse los siguientes enlaces:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0045-91782008000100021
http://scielo.sld.cu/pdf/his/n105/hist07.pdf
https://www.redalyc.org/pdf/214/21418846011.pdf