Nacido en Matanzas el 4 de enero de 1852, en el seno de una ilustre familia de la ciudad de los puentes, Juan Luis Simeón Guiteras Gener, recibió las enseñanzas primara y secundaria en el Colegio La Empresa. Docencia dirigida por su tío Antonio Guiteras, en la que también se destacaron Eusebio, su padre, y su tío Pedro José.
En 1867 se graduó de bachiller en artes en el Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas. Sus estudios de medicina los comenzó en la Universidad de La Habana y los terminó en la de Pennsylvania, Estados Unidos, donde se graduó de Doctor en Medicina y de Doctor en Filosofía, en 1873.
Premio de la Facultad de Medicina con su tesis Influencia de la actividad funcional en el desarrollo del esqueleto, revalidó su título de Doctor en Medicina en la Universidad de la Habana en 1901.
Después de 1873 desarrolló una intensa labor científica y asistencial. Fue médico interno y de visitas del Hospital de Filadelfia (1873-1879). En Frankfurt, Alemania, completó en 1889 su especialización en anatomía patológica y en el Instituto de Higiene de Berlín, en 1891, estudió los avances de la bacteriología, ciencia que experimentaba un gran desarrollo en ese momento.
En su carrera docente se desempeñó como instructor de Semiología en la Universidad de Pennsylvania (1879-1884), profesor de Patología y Clínica Médica de la Escuela de Medicina de Charleston (1885-1889), profesor de Patología General y Especial en la Universidad de Pennsylvania (1889-1899), profesor titular de Patología General y Patología de Afecciones Intertropicales de la Universidad de la Habana (1899-1921) y Profesor de Honor (1921-1925).
Fue Decano de la Facultad de Medicina y Farmacia de la Universidad de la Habana de 1905 a 1909. Como oficial médico del Marine Hospital Service realizó una notable labor y participó en la Guerra Hispano-cubano-americana.
Perteneció a la Primera Comisión Americana para el Estudio de la Fiebre Amarilla en 1879 y durante muchos años fue infectólogo consultante de la Fundación Rockefeller.
Ocupó en Cuba los más altos cargos sanitarios: presidente de la Comisión de Fiebre Amarilla, director del Hospital de Enfermedades Infecciosas Las Ánimas (1901-1909), director Nacional de Sanidad (1909-1921) y Secretario de Sanidad y Beneficencia (1921-1922).
Fundó y dirigió en La Habana la Revista de Medicina Tropical y la Revista de Medicina Tropical e Higiene. Perteneció a numerosas academias y sociedades científicas de América y Europa. En 1922 fue electo Académico de Mérito de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana.
Su bibliografía sobre temas de medicina fue amplísima y abarcó, sobre todo, los relativos al parasitismo en las zonas tropicales. Fue un ferviente defensor de la obra de Carlos J. Finlay. Al constituirse en 1925 la Federación Médica de Cuba fue electo por aclamación su primer presidente.
Dos momentos de su vida ejemplifican su carácter de hombre íntegro. Primero su renuncia, en 1922, al cargo de Secretario de Sanidad y Beneficencia del gobierno de Alfredo Zayas, con motivo de la injerencia estadounidense en los asuntos cubanos. Y en segundo lugar el hecho de que, al regresar a su ciudad natal ese mismo año, fundó una escuela cerca de su finca San Agustín, en Benavides, donde se dedicó a enseñar a leer y escribir a niños pobres de la zona y a brindar consultas médicas gratuitas a los pobladores. Aquí le sorprendió la muerte el 28 de octubre de 1925, a los 73 años.
Legó a su patria y a Matanzas una obra científica y pedagógica muy valiosa, así como un ejemplo imperecedero de investigador y profesional de la medicina. En su honor la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas lleva su nombre y allí existe una cátedra dedicada al estudio de su obra.
Por Luis Ernesto Martínez González