Enrique Lluria, médico y luchador social

Aunque hoy es casi un desconocido, el médico matancero Enrique Lluria Despau fue un avanzado para su tiempo. En su obra se entrelazan la medicina y la lucha por la justicia social.

Matanzas, la Atenas de Cuba, fue la cuna de Enrique Florencio Lluria Despau, ciudad donde nació el 24 de febrero de 1863. Aquí, en el Instituto de Segunda Enseñanza, alcanzó el grado de bachiller, tras lo cual comenzó los estudios de medicina en la Universidad de La Habana.

Muy joven, estuvo entre los organizadores del Congreso Pedagógico celebrado en Matanzas en 1884, primero del país con ese carácter.

Culminó la carrera de medicina en Barcelona, en 1889, a donde se había trasladado por motivos familiares. Una vez graduado pasó a Francia para especializarse en urología como discípulo de Joaquín Albarrán.

En 1890 estuvo entre los delegados al Primer Congreso Médico Regional, celebrado en La Habana. El trabajo que presentó en este evento se tituló “Asepsia y antisepsia de las vías urinarias”.

Poco tiempo después volvió a Francia para trabajar como interno en el Hospital Necker. Allí realizó varias investigaciones y trabajos de laboratorio que le permitieron descubrir el cateterismo de los uréteres, lo cual fue un avance notable para la urología.

Fue el primero que coloreó con azul de metileno los vasos linfáticos de la vejiga que no habían sido estudiados al microscopio. Además, ideó un procedimiento para fijar el riñón móvil sin intervención quirúrgica.

Se le reconoce como el creador de un separador para la recolección aislada de la orina. Fue, igualmente, el iniciador del masaje prostático en los abscesos de este órgano, que permitió evitar la cirugía en muchos casos clínicos.

En España

En 1893 se radicó en Madrid, donde ejerció su profesión médica. Allí desarrolló una amplia labor de divulgación científica en revistas dedicadas a la medicina y se dedicó a estudiar los avances de la sociología.

Al mismo tiempo, se integró a las luchas sociales y militó en el Partido Socialista Obrero Español. Fue miembro de la Agrupación Socialista Madrileña y publicó varios artículos en Vida NuevaRevista Socialista. 

Impartió conferencias en el Centro de Sociedades Obreras de Madrid, en los que abordó los problemas de la sociedad española. Lluria defendió, sobre todo, la educación del obrero.

Costeó en 1913 la publicación de la obra Reglas y consejos sobre investigación biológica, de Santiago Ramón y Cajal, de quien fue discípulo y amigo.

Los libros que publicó en esta etapa reflejan su interés por vincular la sociología a los avances de la neurología y la evolución. Tal fue el caso de El medio social y la perfectibilidad de la salud (1898), Evolución super-orgánica (1905) y Humanidad del porvenir (1906).

En 1919 retornó a Cuba. Más tarde se trasladó a Cienfuegos, donde abrió su consulta de médico y falleció el 6 de octubre de 1925.

Como médico, Enrique Lluria es una personalidad relevante de la ciencia en Cuba y Matanzas. Por su obra social, ha sido considerado uno de los referentes del socialismo en España y entre los pensadores positivistas más destacados de su historia. (ALH)

Acerca Luis Ernesto Martínez González

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