Durante el siglo XIX fueron publicados en Matanzas varios libros sobre la industria azucarera. Hoy son una parte valiosa de nuestro patrimonio bibliográfico.

En Cuba los estudios relacionados con la salvaguarda y gestión del patrimonio histórico azucarero han tenido avances en los últimos años. No obstante, existen múltiples vacíos por parte de la historiografía nacional que deben ser abordados desde un enfoque interdisciplinario.

Así sucede con los estudios históricos regionales y locales, pero sobre todo con los acercamientos a determinados aspectos concretos que están más allá del patrimonio industrial o las tradiciones culturales. Un ejemplo es lo relativo a la bibliografía patrimonial cubana, en particular los libros relacionados con el azúcar y su fabricación.

Los libros como patrimonio

La bibliografía patrimonial también es conocida como “libros valiosos o raros”. Como valioso o precioso se denominan los de elevado coste y calidad artística, como incunables, libros raros, libros de lujo, de bibliófilo, y otros tipos. Se considera raro el libro escaso o poco común, ya sea por su antigüedad más o menos remota de su aparición, ya por virtud de alguna causa de valor circunstancial.

Dentro de estos libros sobresalen, en el caso de Cuba, los publicados en el siglo XIX, momento en que la imprenta tuvo su momento de esplendor, así como los dedicados a procesos significativos de la historia nacional. Tal es el caso de los libros que trataban un aspecto de singular importancia para la economía y la sociedad cubana: los que trataban temas como el azúcar y su fabricación.

En el caso de los publicados en Matanzas durante el siglo XIX, que se dedican al tema de la caña de azúcar y la industria azucarera, son parte indisoluble del patrimonio azucarero del territorio.

Libros de azúcar:

En total se han localizado 14 libros publicados en Matanzas, desde 1832 a 1886, dedicados al azúcar y su fabricación. Es evidente que es un número insuficiente, que no se corresponde con la importancia de este renglón económico en el territorio yumurino. Pero esta problemática afectó a toda Cuba. Ambrosio Fornet, en su conocido texto El libro en Cuba, señaló con acierto, que:

“En un país de economía agrícola, con una poderosa oligarquía azucarera y notables intelectuales vinculados a ella, parecen haberse dado las condiciones necesarias para el desarrollo, en ese campo, de una amplia producción intelectual y editorial. Pero basta hojear la bibliografía azucarera de la época para darse cuenta de que en Cuba el azúcar se hacía sin libros(…).»

Los libros publicados en Matanzas sobre el azúcar y su industria, por orden cronológico según la fecha de publicación en el siglo XIX, son los siguientes:

1. Guía de ingenios que trata de la caña de azúcar desde su origen y de su cultivo y de la manera de elaborar sus jugos; dedicada a las autoridades protectoras de la isla de Cuba, Matanzas, Imp. de T. Campe, 1832, 95 p. Escrito por el francés Alejandro Dumont, radicado en Matanzas. Se considera el primer libro de importancia publicado en esta ciudad.

2. Instrucción para el uso y administración de la cal en la elaboración de azúcar. Dedicada a los maestros de este arte por J. P. y G., Matanzas, Imprenta del Correo, 1847, 14 p. El autor fue José Pizarro y Gardín. Su contenido fue reproducido en las Memorias de la Sociedad Económica de Amigos del País en 1859.

3. Instrucción para el gobierno de un ingenio de elaborar azúcar, Por R. V., Matanzas, Imprenta del Gobierno, 1847, 49 p. Su autor fue Ramón Valdés, un desconocido en la actualidad.

4. Tratado general de escuela teórico-práctica para el gobierno de los ingenios de la isla de Cuba en todos sus ramos. Conviene su estudio a los hacendados y a todos los empleados de las fincas. Compuesto especialmente para el ingenio San Miguel de Caobas, Matanzas, Imprenta La Aurora, 1856, 54 p. De la autoría de José Montalvo y Castillo. Manuel Moreno Fraginals lo consideró

«(…) la más completa e interesante cartilla azucarera publicada en Cuba. Escrita por un hombre de larga tradición familiar azucarera que sabía, y confesaba, que todo el saber manufacturero era esencialmente práctico, y que los conocimientos teóricos de un maestro de azúcar cabían en 20 páginas. Además de un tratado azucarero con equipos manufactureros, es un retrato sociológico y psicológico de la sacarocracia”.

5. Informe de la Comisión nombrada por la Junta de Agricultura, Industria y Comercio, sobre la colonización blanca y división del trabajo en nuestros ingenios pedido por el Consejo de administración; leído y aprobado en sesión del 26 de agosto de 1864, Matanzas, Imprenta Aurora del Yumurí, 1864, 33 p. Contiene un informe sobre los ensayos practicados en los ingenios Tinguaro y Santa Elena, firmado por Benigno Gener, Ramón Llanos, Pedro Hernández Morejón y José María Casal.

6. El mayoral de ingenio. Su historia, Matanzas, Imprenta “El Comercio”, 1875. Una de las obras del historiador matancero José Mauricio Quintero.

Portada del libro: El mayoral del ingenio. Su historia (1875).

7. Metrología de los cañaverales de la isla de Cuba, Matanzas, Imprenta Aurora del Yumurí, 1881, 12 p. El autor de este texto fue Juan Félix Buigas.

Portada del libro: Metrología de los cañaverales de la isla de Cuba (1881). Puede ser consultado en la Biblioteca Provincial Gener y Delmonte.

8. Proyecto para utilizar el local de la Exposición de Matanzas en una fábrica y refinería de azúcar, con el estudio de las ventajas que obtendría el país, Matanzas, Imprenta Aurora del Yumurí, 1882, 45 p. Escrito por Eduardo Martín Pérez.

Portada del libro: Proyecto para utilizar el local de la Exposición de Matanzas en una fábrica y refinería de azúcar, con el estudio de las ventajas que obtendría el país (1882).

9. El ingenio. Segunda parte de las Aventuras de un Mayoral. Caña de azúcar, su cultivo, su producción, etc., Matanzas, Galería Literaria, 1883. x, 366, iv, p. Libro del agrónomo Juan Bautista Jiménez y González-Quevedo. Ese mismo año se publicó en La Habana.

Portada del libro: El ingenio. Segunda parte de las Aventuras de un Mayoral. Caña de azúcar, su cultivo, su producción, etc. (1883).

10. Censo agrícola. Fincas azucareras. Año de 1881, Matanzas, Imprenta Aurora del Yumurí, 1883, 10 p. Se le conoce como “Censo Jimeno”. Valioso texto del naturalista e historiador Francisco Jimeno Fuentes.

Portada del libro: Censo agrícola. Fincas azucareras. Año de 1881 (1883).

Ver en Biblioteca Digital Hispánica: http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id= 0000084173&page=1.

11. Reactivo Ferratjes, fabricado expresamente para elaboración de azúcares, Matanzas, Imprenta El Ferrocarril, 1883, 11 p. Tuvo otra edición ampliada, también por El Ferrocarril, en 1884.

12. Ingenio Jainamosa. Memoria sobre su primera zafra. 1884, Matanzas, Imprenta, Litografía y Papelería “La Nacional”, Gelabert 60, 1884. Firmado por F. del Monte. Moreno Fraginals lo consideró un “…interesantísimo folleto”. Aunque publicado en Matanzas, se refiere a un ingenio de otro país, Santo Domingo, que era propiedad de un miembro de la familia Del Monte, parte de la sacarocracia matancera.

Portada del libro: Ingenio Jainamosa. Memoria sobre su primera zafra. 1884 (1884).

Ver en Archive.org: https://archive.org/details/ingeniojainamosa memoriaprimera zafra.

13. Ingenio Jainamosa de F. del Monte y Comp. Santo Domingo. Memoria sobre el año social de octubre 1º. de 1884 á setiembre 30 de 1885, Matanzas, Imprenta Galería Literaria, Ricla 41, 1886. Firmado por F. del Monte.

Portada del libro: Ingenio Jainamosa de F. del Monte y Comp. Santo Domingo. Memoria sobre el año social de octubre 1º. de 1884 á setiembre 30 de 1885 (1886).

Ver en Archive.org: https://archive.org/details/ingeniojainamosa memoria1886.

Valor de historia

En Matanzas se publicaron, durante el siglo XIX, 13 libros que se vinculan de forma directa al cultivo de la caña de azúcar y su industria. Estos textos poseen valor histórico como testimonios de un proceso relevante de la historia económica y científica del territorio, que marcó parte importante de su influencia y presencia en la historia de Cuba.

Estos libros, tienen valor artístico, pues fueron obras de creación por sus autores, editores e impresores. Lo anterior se evidencia en sus rasgos formales, de composición, expresividad y habilidad técnica, que además se asocian a una concepción estética y época determinadas.

También se considera el valor científico que los caracteriza, derivado de la capacidad que poseen de testimoniar las principales ideas relacionadas con el azúcar y su industria, como parte de la evolución de la ciencia y la tecnología.

Por último, el valor ambiental que poseen radica en que los libros mencionados, son un reflejo material de manifestaciones culturales inmateriales, tradiciones y modos de vida. También evidencian un ambiente propio de una comunidad, época o región, en este caso de una zona de gran desarrollo de la industria azucarera como fue Matanzas.

Los libros publicados en Matanzas durante el siglo XIX, deben ser considerados parte esencial de nuestro patrimonio azucarero. En este caso del patrimonio bibliográfico que lo sustenta. Es necesario que sean protegidos según lo establecido legalmente, así como digitalizados.

Así se garantizará su conocimiento por las nuevas generaciones de investigadores y el pueblo en general. (ALH)

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