Este plan contempla la atención diferenciada a sectores vulnerables, medidas de control ambiental y campañas de educación preventiva, articuladas todas para reducir riesgos y garantizar una cobertura médica efectiva en el territorio.
Entre las iniciativas más relevantes se encuentra la intervención especializada a gestantes y lactantes de alto riesgo, con la participación de obstetras, pediatras, personal del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) y de la Atención Primaria de Salud. Estas evaluaciones clínicas y el seguimiento personalizado prevén reducir riesgos perinatales y garantizar un seguimiento riguroso a quienes presentan condiciones especiales de salud.
Por su parte, un equipo de doctores, enfermeras, promotores de ProSalud y personal del PAMI acudieron al barrio en transformación Cuba Libre para controlar la tensión arterial de pacientes encamados o con discapacidad físico-motora, evaluar el óptimo estado de infantes y embarazadas, y capacitar a la población sobre la incidencia negativa de enfermedades propagadas por vectores como el dengue, el zika y el chikungunya, así como las disposiciones pertinentes para su prevención.
A estas prácticas se sumaron las jornadas de limpieza que lideró la Unidad municipal de Higiene y Epidemiología en el hogar de ancianos Dr. Pedro Figueroa Sandelis y los intercambios comunitarios promovidos por los operarios de la campaña antivectorial, quienes mediante charlas educativas y promoción activa, intensificaron la vigilancia epidemiológica contra el mosquito Aedes aegypti.
Estas iniciativas procuran, de igual forma, involucrar a la población en prácticas de saneamiento doméstico y control de criaderos, fortaleciendo así una conciencia colectiva frente a los retos sanitarios del verano. (ALH)