Desde que llegó a Unión de Reyes, Karmen Muradas puso al público a bailar. La cantante santiaguera, directora de su propia orquesta, dejó claro que su propuesta no es solo música, sino un torrente de energía capaz de conquistar a todas las generaciones. Su formación académica, unida a la fuerza en el escenario, hacen de ella una de las voces más auténticas y prometedoras dentro de la música popular bailable cubana.

– Eres directora de tu propia orquesta y al mismo tiempo intérprete. ¿Cómo logras equilibrar la disciplina académica que traes de la ópera con la espontaneidad que exige la música popular bailable?
«La ópera me dio la base. Estudié seis años y esa técnica es la que me permite cantar dos horas de timba o salsa sin quedarme sin voz. Pero no se trata solo de resistencia, también de respeto: a los arreglos, a las partituras, al trabajo de cada músico. Luego, en la música popular, está el calor del escenario, la improvisación, leer al público y adaptarme. Esa mezcla de rigor con entrega es lo que hace que cada concierto sea único».

– Tu estilo se describe como “salsa fresh”. ¿Qué la diferencia de la salsa tradicional y qué buscas transmitir con ella?
«La diferencia está en que la hacemos más cercana al público joven. Las canciones son más cortas, con coros que se aprenden rápido, letras urbanas pero con la base salsera intacta. No quiero que la salsa se quede como música de “viejitos”; quiero que la juventud la sienta también suya, que baile, que goce y que descubra que ahí está el corazón del sabor cubano.

-En Unión de Reyes conectaste con un público muy variado. ¿Cómo logras poner a bailar tanto a jóvenes como a adultos en un mismo escenario?
«El secreto está en escuchar. El público siempre habla. En Unión de Reyes había de todo: salseros, timberos, gente que disfruta del reparto. Yo iba leyendo sus reacciones, cambiando el repertorio en el momento, mezclando géneros para que todos tuvieran su espacio. Esa comunicación es mágica: cuando el público se siente bien, el artista se siente mucho mejor».

A lo largo de su carrera, Karmen Muradas también compartió escenario con grandes referentes de la música popular bailable, entre ellos Elito Revé y su Charangón, Manolito Simonet y su Trabuco, Pupy y Los que Son Son, y Maykel Blanco y Salsa Mayor. Estas colaboraciones reforzaron su camino artístico y le permitió demostrar que la mujer puede defender la timba y la salsa con la misma fuerza y autenticidad que cualquier figura masculina del género.

-Eres mujer y defiendes un género fuerte y competitivo. ¿Qué mensaje quieres dejar con tu presencia en el escenario?
«Quiero demostrar que la mujer también puede liderar, tener fuerza, voz y respeto en la música bailable. No es solo cantar, es transmitir seguridad, abrir caminos y poner en alto el papel femenino en la cultura cubana. Cada vez que una mujer me dice que se inspira con mi trabajo, siento que estoy cumpliendo mi misión».

La música de Karmen Muradas no se escucha sentada: se vive de pie, bailando, coreando, sudando con cada interpretación, con cada coreografía. En cada concierto logra que generaciones enteras se unan en una sola pista, que el respeto a la tradición se combine con la frescura de lo nuevo, y que la mujer se alce con orgullo en la tarima.

En Unión de Reyes ya dejó su huella. Y, si algo queda claro, es que donde se presente Karmen Muradas, la fiesta está garantizada… porque cuando ella canta, ¡Cuba entera se pone a bailar!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *