Mediante las redes sociales José Antonio Linares León conoció a Raidy González Luis. Muchos dicen que las nuevas tecnologías llegaron para perjudicar a las personas; sin embargo, jóvenes de estos tiempos encuentran relaciones amorosas perdurables en las plataformas digitales.
José Antonio confiesa que fue amor a primera vista. Un sentimiento que poco a poco fluyó. “Algo muy lindo, hoy estoy feliz de haberlo conocido. Una pareja excelente, un amor de casa”, refirió.
Raidy, en pocas palabras, declara que nunca pensó casarse. José, en cambio, anhelaba contraer matrimonio. “Yo siempre soñé con casarme, estaba esperando la pareja ideal. No quería una aventura, quería algo para toda la vida. Con Ray los días son diferentes, es un muchacho tranquilo, una pareja de casa, para compartir mis días junto a él”.
El Código de las Familias aprobado por la mayoría de los cubanos benefició legalizar el matrimonio de individuos con la misma preferencia sexual, y fue así que el 14 de febrero realizaron en Unión de Reyes la primera boda de tal característica. Después de tantos años, el esperado sueño se hacía realidad.
Después de casados, ¿cómo asimilan el cambio?
R: Me veo ante la sociedad como una persona vanguardia, un hombre de bien, integrado a la sociedad.
JA: Considero que los tiempos de machismo pasaron. En una sociedad civilizada vivimos y debemos comprender las cosas. Todos tenemos derechos, nadie debe entrometerse en la vida privada de las otras personas. La unión de individuos del mismo sexo que se amen y respeten es bonito ante la sociedad, ante la vida.
La de ustedes es la primera boda de personas del mismo sexo en un municipio de la provincia de Matanzas. ¿Se consideran un ejemplo para la sociedad?
La familia juega un papel fundamental en este proceso. Desde el comienzo de la relación, ¿recibieron el apoyo de los más cercanos de casa?
JA: En mi casa no me aceptaban al principio. No le dije nada a mi papá, pero con mi mamá conversé y al final terminó comprendiendo y apoyando.
R: En mi caso la aprobación del Código de las Familias por la mayoría de los cubanos me favoreció, porque así pude acercarme mejor a mi papá. Me pudo entender un poco más. Y con el tiempo pude llevar mi pareja a mi hogar. El día que decidimos casarnos no existió ningún tipo de ofensas, las personas nos apoyaron y estuvieron presentes familiares y amigos.
Las labores del hogar las realizan de conjunto. José confiesa que prefiere limpiar y organizar la casa, mientras Raidy se encarga de los mandados del hogar.
José Antonio tiene 23 años y es un muchacho jovial, pequeño de estatura y lleno de alegría.
Raidy, grande de tamaño, con 27 años demuestra responsabilidad y destreza ante cada tarea encomendada.
La creación de una familia o tal vez la adopción de un hijo constituye el plan a largo plazo del reciente matrimonio.
Cuando el amor es fuente de inspiración, pasión, respeto y compromiso, las barreras no impiden que perdure aun tras mil tropiezos. Como dijo Mahatma Gandhi, “donde hay amor, hay vida”. (ALH)