El domingo 2 de septiembre de 2024, Liz comenzaba su curso escolar en el pre de Santa Marta, pero el 29 comenzaba en la Universidad de Matanzas, donde iba a estudiar en el colegio universitario de periodismo.

Los días pasaban lentamente para ella, y el 29 parecía no llegar nunca… hasta que al fin llegó. Desde muy temprano, Liz estaba despierta haciendo las maletas, porque sí, se quedaba becada. Tenía miedo, nervios y ansiedad a la vez. Eran muchos sentimientos, ya que empezaba una nueva etapa; también conocería nuevas personas, lo cual le aterraba.

Pasó ese día pensando si les caería bien o si ellas le caería bien. A ella no se le daba bien socializar. A medida que se acercaba la hora de partir, sus nervios aumentaban. El camino se le hizo muy largo. Al llegar, hizo los trámites y subió al que iba a ser su cuarto; en ese entonces, era el cuarto 30 en el tercer piso.

Ya algunas muchachas se encontraban allí; Liz llegó muy tímida y casi no hablaba. Pudo elegir su litera y decidir si quería dormir abajo o arriba; ella escogió la de abajo, le parecía más cómoda.

Poco a poco, fueron llegando las demás muchachas. Al caer la noche, se fue la corriente y, bueno, no quedó otra opción: Liz tuvo que enfrentar sus miedos y socializar. Poco a poco, todas comenzaron a hacerse amigas o al menos a conocerse. Al día siguiente conocerían a sus profesores y darían sus primeras clases en la universidad. Con algunos profesores tuvo dificultades para adaptarse a su forma de enseñar, pero fue entendiendo con el paso del tiempo.

Así fue el inicio del curso para Liz. Después de todo, se le olvidaron sus miedos y pudo ser ella misma.
Por: María Karla Rivero (Estudiante de Periodismo) Tomado del perfil de la Universidad de Matanzas

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