He despertado temprano para pintarte con palabras y acariciarte en la distancia con el beso del hijo ausente. Es tu cumpleaños. Coqueta, seductora y atractiva como siempre, luces maquillaje y nuevos trajes. Poco a poco rehabilitas tu corazón, que late con fuerza sobre mi pecho. Abres nuevas puertas y remueves el lodo para convertirlo en una obra de arte. Recojo aquel abrazo de la familia, los amigos, y extiendo mis brazos hacia ti.  

 

Temo, a lo lejos, perderte cuando de veras necesito de tu brisa, de tus paisajes, de la gente que te habita dentro y te hace vivir. La nostalgia embarga como un niño perdido en tus playas. Camino por dentro de ti en busca de sueños e ilusiones. Me atrapan hasta los viejos adoquines rescatados entre la mugre del suelo revuelto, y te siento viva.

Foto: Rigoberto León

Antes de partir he bebido de tu agua, esa que cruza por el Pon Pon, para siempre retornar a ti. Alguien me contó que tienes alma. ¿Será cierto, ciudad? Imagino que muchos extrañarán la algarabía y el bullicio de las calles de Medio y Narváez, o aquella fotografía desde las zonas altas para desafiar el mundo con tu belleza.

Foto: Rigoberto León

Te miro desde cualquier punto y descubro tu bahía cuan tesoro natural. Incluso, muchos, después de la muerte insisten en regresar a ti y besar con sus cenizas cada espacio entre agua y piedras. Y hasta el día de mi adiós anhelaría ver volar mi cuerpo hecho pedazos sobre tu luz, Matanzas.

Foto: Rigoberto León

Que locura volver a ti cuando se te tiene lejos. En ocasiones ni se entiende ese afán de buscar aquellas instantáneas que pintan sublimes tus amaneceres y crepúsculos. Solo tú puedes enamorar a artistas, a tu gente con tu encanto natural. Tu perfume baña cada piel y entre tus puentes laten las huellas de siglos de existencia. 

Foto: Rigoberto León

El cantar de tus gaviotas, el vuelo de tus pelícanos, las imágenes de los manatíes rondando por tus ríos, tus leyendas, te hacen única. 

Foto: Rigoberto León

He despertado temprano para colorear mi día con tus recuerdos. Sobre el paraíso terrenal recojo las flores llenas de rocío y siento la frescura al transitar por tu malecón. Es tu cumpleaños, ciudad, es tu magia, la que nos atrapa y enamora. (ALH)

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