Es el mejor del mundo, nadie lo duda. ¿El mejor de todos los tiempos? Imposible saberlo. Contextos distintos, épocas separadas. Mejor disfrutarlos a todos, pues las comparaciones agotan y el fútbol es demasiado lindo para perderse en los datos.

El juego es movimiento y Leo lo sabe. Siempre lo supo. Se tenía que seguir moviendo, mientras los trofeos se apilaban a su alrededor. Con el paso de los años, las vitrinas coparon y solo quedó el plinto reservado para el Mundial. La copa perfecta, la gloria máxima, la sublimidad de la pelota. Leo la buscó siempre.

Messi, junto a su segundo premio The Best concedido por sus resultados en la temporada 2022. Foto: REUTERS.

La buscó en sus tímidos y anónimos juegos en el río Paraná. Allí donde conoció a su amiga Antonella, que después fue su novia y hoy su compañera de vida. La buscó en su paso por Newell´s, en donde aprendió lo necesario del potrero argentino y descubrió el talento que ardía en su interior. La buscó en Barcelona, donde brilló con luz propia e hizo brillar al mundo a su alrededor, en una sinfonía finita de lumbres y deslumbres. Y finalmente, la encontró viviendo en París, en un escenario quizás impensado, pero que demuestra con sutileza las improbabilidades de la vida.

Messi, el fútbol, la Copa…

Llegó a Catar con un sueño y despertó con la Copa en las manos. Despertó con Argentina en la espalda, la jineta en el brazo y la eternidad de los campeones. Amaneció con los goles del Matador, las gambetas de Maradona y el talento de Messi. Se durmió como campeón de casi todo y despertó como campeón del mundo.

Messi suma otro premio de envergadura a su ya amplísima trayectoria. Foto: Sarah Meyssonnier/ REUTERS.

Si no hay ideas, dásela a Messi. Si no hay fútbol, dásela a Messi. Si hay que ganar como sea, dásela a Messi. Lionel, el capitán, emblema y símbolo.

Leo es el mejor jugador de este mundo, de nuestro mundo, en nuestro tiempo. Él ha dicho que eso no le importa y está bien, porque tiene otros desvelos. Enamorar día a día a su amiga de juegos en el río, educar con el ejemplo a sus hijos y limpiar el zócalo vacío que esperó con envidia el peso de la Copa del Mundo. Una copa que buscó una vida, una copa que encontró su historia. La copa de Lionel Messi. Esa que hoy le entrega la orden del mejor…

 

 

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