El portero Yurdy Hodelin recibió el Guante de Oro que le acredita como el mejor portero del Campeonato Sub-20 de Concacaf de México 2024.
Durante el evento realizó 23 atajadas y resultó protagonista en la gesta cubana de clasificar, por segunda ocasión en la historia, a una Copa Mundial de la Fifa en la categoría.
Hodelin se erigió figura desde el primer partido de la selección cubana en el torneo, con penal atajado incluido, que saldó con empate ante Costa Rica, y en el cual obtuvieron un punto valioso que sirvió para avanzar a los cuartos de final.
«Me sentí muy contento de poder ayudar, pero siempre con la convicción de que nuestra meta dependía más de un trabajo en equipo que individual, por supuesto que ayuda mucho moralmente saber que lo hiciste bien pero el mérito es colectivo», declaró para JIT en remembranza de aquel choque.
Su llamado a la selección absoluta el pasado mes de abril sorprendió a muchos: con apenas 18 años y totalmente desconocido por los seguidores de los campeonatos nacionales despertó exclamaciones no siempre halagüeñas.
Sin embargo, los técnicos apostaron al talento que supieron notar y la excepcional disposición a pesar de su corta edad, aunque eso sí, el rol de tercer portero no significó una presión extrema porque tampoco guarda una responsabilidad vital.
Finalmente, tal como se planificó, pudo jugar de titular en un partido de ensayo ante un club de la segunda división hondureña y enseñó muchos quilates en la actuación.
«Me ayudó mucho el llamado a la absoluta, lo tomé con humildad porque hay porteros como Raico (Arozarena) e Ismel (Morgado) que tienen un nivel extraordinario, pero entrenar con ellos me sirvió en lo técnico, lo táctico y la confianza. Luego estuvo el partido de exhibición que resultó muy provechoso», reconoció.
Elogia al cuerpo técnico sin reparos por la confianza que depositan en los jugadores, «son como padres más que entrenadores, nos aconsejan del fútbol y la vida; les preocupa todo, lo deportivo y lo personal. Mi entrenador Manuel Castillo me ayuda a superame cada día y saca lo mejor de mí».
Rememora otra vez los minutos del cierre del partido de cuartos de final ante Honduras, luego del cual consiguieron el boleto al mundial de Chile 2025: «en ese instante del último penal sentimos que todo el esfuerzo, el sacrificio y los entrenamientos interminables habían valido la pena».
Se sintió importante, pero ni siquiera eso le saca de la convicción de que el mérito es compartido desde el colectivo de dirección hasta los que vienen del banco a continuar el trabajo o a cambiar la cara del equipo.
«El objetivo era clasificar al mundial y saber que pude aportar todo de mí para llegar a esa meta me hace sentir demasiado feliz y orgulloso, pero todos son importantes», responde a la pregunta de si pensó el en guante de oro antes del torneo.
Luego confiesa que sí le alegra y le motiva el reconocimiento aunque no lo esperaba, «esto y la clasificación al mundial pueden ser el inicio de buenos sucesos en mi corta carrera deportiva».
Sueña con jugar en un club grande, aunque sabe que tiene mucho por delante, no pudo ser por el momento en Honduras, a pesar de los esfuerzos de la federación por insertarlo en el circuito profesional de ese país, pero luego de esta actuación seguramente conseguirá más de una oferta para cumplir una de sus metas.
Por lo pronto se centra en el mundial, que no es poca cosa, sabe que es el más grande escenario que encontrará en el futuro cercano, pero lejos de asustarle, le motiva.
«En lo personal daré todo de mí e intentaré aportar lo más que pueda al equipo. Quisiera hacer historia en el fútbol cubano y poder avanzar de la fase de grupos de ese gran torneo. Tenemos un equipo sólido y motivado, todos con el mismo objetivo». (ALH)