Sobre la base de los métodos actorales del pedagogo ruso Konstantín Stanislavski, media treintena de adolescentes integran el Taller de Actuación de Teatro Icarón.

Desde la sede del grupo, en la matancera calle Río, los imberbes funden cuerpo y capacidad teatral encima del escenario a partir de la disciplina y el rigor técnico como premisas fundamentales.

Jóvenes actores toman las clases cada semana en la sede del grupo teatral. Foto: Édgar Moraga.

«Desde que tenía apenas cuatro años comencé en los talleres para niños de la profesora Miriam Muñoz, y empecé a vincularme con este mundo de la actuación. En un inicio era un poco penosa, pero estos espacios han ayudado mucho. Ejercicios de ritmo, coordinación y acrobacia permiten que integremos la actuación como un todo», señaló Yunilexis Moro Martínez, estudiante de 17 años de edad.

«Llevo casi seis años estudiando danza. Vine a las pruebas sin nada de preparación, pues me llamaba la atención el teatro. Tanto averigüé que di con la profe Lucre y comencé en los talleres», apuntó Kevin Rodríguez Hernández, futuro actor de 14 años.

Lucre Estévez imparte la docencia actoral a media treintena de adolescentes. Foto: Édgar Moraga.

El Taller fue creado en la última década del siglo pasado por la primera actriz y maestra Miriam Muñoz Benítez. Asimismo, constituye parte indisoluble de la formación profesional en Teatro Icarón. Hace casi veinte años, su hija y también actriz Lucre Estévez tomó las riendas del proyecto.

«El objetivo es que ellos traten de sentirse y que se encuentren profundamente en su interior. La idea es que descubran quiénes son, de dónde vienen y hacia dónde se dirigen. El teatro es un medio muy difícil, de mucho esfuerzo y sacrificio, donde yo exijo en demasía, pues lleva bastante entrega», dijo Lucre en un breve impasse en medio de la clase.

Premio de Actuación Adolfo Llauradó, Lucre se destaca por el rigor con que les exige a sus estudiantes. Foto: Édgar Moraga.

Enfocado en la superación de los jóvenes actores y su ingreso a academias de alto renombre en Cuba, el Taller ha promovido a cerca de una decena de ellos en los últimos cinco años hacia la Escuela Nacional y el Instituto Superior de Arte.

Improvisación, creatividad, ritmo, disposición escénica y fuerte trabajo corporal se conjugan en las rutinas de los más noveles actores, cuando sobre las tablas levita la fuerza renovada de Teatro Icarón. (ALH)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *