Mano a mano,  grupo matancero de pop rock,  presentó un concierto en el bar-restaurante Chismecito con la compañía de la humorista e influencer Naylé Alemán Mariño, conocida en las redes sociales por crear contenidos comprometidos con la comunidad LGTIBQ⧾.

Mano a mano ofrece canción que despierta el pensar. Un grupo de jóvenes comienzan su camino en la música, apostando por el verso bello y la integración de cinco instrumentos y una voz, la de Gaby Rodríguez. La banda próximamente grabará en estudio sus propias canciones.

Gaby Rodríguez, vocalista de Mano a mano

La cantante Gaby califica el momento que vive la banda como crucial. «Vamos a subir un escalón en la carrera musical con las grabaciones de nuestros temas. Estos conciertos nos permiten evaluar con el público las canciones que funcionan mejor. Precisamente, hoy estrenamos Ángel, y la acogida fue bastante interesante, esta es la primera que grabaremos.»

Se suma a Ángel, las composiciones Dime Luna, Boulevar y Retrato, que estarán próximamente en los sitios de descarga de música.

Los artistas detienen el concierto, cuando ingresa la dueña de la cuenta de Instragram, Oye soyNay, que ostenta 125 mil seguidores en la red social.  El primer monólogo en vivo de Nayle Alemán trascendió con éxito. La joven de 21 años ganó ininterrumpidas carcajadas del público con un texto arriesgado en expresión, colmado de mordaces improvisaciones sobre las relaciones sentimentales, el sexo y temas relacionados con la cotidianidad cubana.

Nay
Nay apuesta por un humor agudo que busca normalizar todas las preferencias sexuales.

«Ver las reacciones del público para mí fue bonito. No imaginaba que esto fuera a salir tan bien la primera vez. Necesitaba toda la energía que me regaló, pues estaba fatal de los nervios y al principio me costó, pero luego fui in crescendo conforme avanzaba la presentación.

Antonio Bernal, director del grupo de teatro El Trebol Gitano intervino en la presentación de Nay.

Busco que la gente entienda que cualquier preferencia sexual resulta algo completamente normal. Los gustos están para eso, para ser diferentes, no tiene por qué a todos gustarnos lo mismo», declaró Nay al fin del espectáculo».

La noche del bar-restaurante Chismecito regaló un concierto hilvanado con un show humorístico. Resulta la comedia un buen aderezo para la buena música.  Los protagonistas demostraron el talento joven que goza Matanzas. (ALH)

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