Una actriz sube a escena y desborda en ella un torrente de conflictos personales y profesionales. El fardo de frustraciones que carga es innegable y despliega un remanso de sentimientos tragicómicos en busca de una salida, aunque ya «Las Penas Saben Nadar».

Con texto original del dramaturgo matancero Abelardo Estorino, la compañía teatral Juancito Rodríguez trajo la obra desde República Dominicana. El espacio ideal para la primera presentación del grupo en Cuba fue el Coloquio Cien Estorino, Cien Ferrer desarrollado en la ciudad de Matanzas. Además de evocar el legado del creador de paradigmas como «El Robo del Cochino» y «Las Vacas Gordas», el coloquio también rindió homenaje a la figura de Rolando Ferrer en su centenario.

El monólogo ganó popularidad gracias a la actuación de Adria Santana, actriz para la cual Abelardo Estorino escribió el texto.

«Esta obra es muy particular porque nos conecta con muchos momentos, personajes, historias y situaciones de nuestro oficio. Para nosotros siempre será un placer llegar hasta acá, pues los caribeños nos parecemos mucho. Aunque hemos cambiado alguna terminología de la obra de Estorino para hacerla más entendible al público quisqueyano, tratamos siempre de respetar mucho el texto original», resaltó la directora del grupo Elvira Talaveras.

Olga Bucarelli encarna esta versión del multipremiado monólogo. La actriz dominicana juega con matices dramáticos y vierte en las tablas transiciones muy transparentes de una carrera teatral diametralmente opuesta a la del personaje en cuestión.

Bucarelli interpreta una actriz llena de frustraciones y decepciones laborales y personales.

«La vida es comedia y tragedia. He pasado por muchas, algunas alegres y otras tristes. No necesariamente debo recurrir a la memoria emotiva para interpretar el personaje. Creo que Estorino me da la fuerza suficiente para evocar esas emociones y por eso me convertí en parte de su obra», dijo la destacada artista.

Las Penas Saben Nadar tuvo su estreno hace más de treinta años y fue llevada a la popularidad por la actriz cubana Adria Santana.

«Me voy con el público de Matanzas entero entre mis brazos, ya que fue el más numeroso y espontáneo. En la tierra de Estorino y de Adria, donde además se hace mucho y buen teatro, es un privilegio recibir estas ovaciones», agradeció la Bucarelli.

En lazos que sólo las artes escénicas pueden conjugar, Cuba y República Dominicana abrazaron la memoria de la mano de Estorino.

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