La Musa Inquietante, espacio cultural que enriquece las tardes   limonareñas de la Casa Naborí, se distancia de la intensión metafísica de Giorgio De Chirico y la propuesta literaria de Alberto Ruiz Samaniego. Más bien es una tertulia singular donde coexisten la música, la poesía y el buen humor.

El espacio que mensualmente conduce Idalsys Padrón, transcurrió esta vez durante la 47 Semana de la Cultura de Limonar. Dedicado al Aniversario 35 de la Casa Naborí y al instrumentista limonareño Papito La Nuez, el encuentro propició el  reconocimiento.

Con la participación de Reynaldo Gil González “Papito”, fundador con Pablo Luis Álvarez “Wicho” de la institución, que por más de tres décadas defiende el patrimonio cultural de nuestros campos, se recordó la impronta de creadores y autoridades que la hicieron posible.

La temprana vocación por la cultura campesina de Ignacio La Nuez Ortega y su larga y destacada trayectoria como instrumentista y poeta improvisador, propiciaron el homenaje al más longevo de los laudistas activos.

La lectura de una docena de décimas dedicadas al creador, con el pie forzado “músico, poeta, amigo”, formaron parte del agasajo. Además Papito cantó a los presentes acompañándose de su inseparable laud.

Canciones, poemas, anécdotas y la décima humorística, animaron La Musa Inquietante, espacio próximo a celebrar su primer año. Oportuno momento para reconocer el vigor de un proyecto que no desmaya ante el anuncio de la lluvia y los contratiempos. (LLOLL)

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