Debatir sobre el sistema empresarial de la música fue un punto necesario en la comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Asamblea Nacional del Poder Popular en la jornada de este miércoles.
El viceministro de Cultura, Fernando León Jacomino, presentó el informe que resume el trabajo que realizan el Ministerio de Cultura y el Instituto Cubano de la Música para garantizar la atención integral del potencial artístico subvencionado y no subvencionado de todo el país.
“Las Empresas y Agencias de la música y los espectáculos demandan de una profunda revisión de sus bases estructurales y funcionales. Se requiere de una transformación integral del sistema de la música cubana que garantice tanto el perfeccionamiento de su sector empresarial, como la continuidad de la subvención de las unidades artísticas de alto valor patrimonial y profesional que no deben someterse a mecanismos de oferta y demanda”, destacó en su intervención el vice titular del ramo.
Según León Jacomino, en julio de 2021 se creó un Grupo Temporal de Trabajo para dar cumplimiento a la tarea de estudio sobre el funcionamiento de este sistema, integrado por 12 especialistas y representantes del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Cultura, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba y la Asociación Hermanos Saíz.
“Este grupo atendió las indicaciones emitidas por el presidente de la República en el IX Congreso de la Uneac”, aseguró.
Después de exponer el informe a los diputados, el viceministro de Cultura propuso elaborar, aprobar e implementar un Proyecto Nacional para el Desarrollo de la Música y la Industria Musical Cubana. Insistió en que dentro de esta propuesta se debe incluir un programa para el desarrollo de las Industrias Culturales y Creativas, que a su vez se integre al Macro Programa de Transformación Productiva.
Asimismo, desde el Instituto Cubano de la Música se debe crear un Registro de Profesionales de la Música, con el propósito de acreditar la profesionalización de las personas naturales que ejerzan en el país.
Además, crear en cada provincia una unidad organizativa subordinada a la Dirección Provincial de Cultura que se encargue de cumplir con la programación musical y controlar la aplicación de la política cultural. Finalmente, aplicar en paralelo a la actividad de la cultura la experiencia de los nuevos actores económicos.
En este sentido, Eulogio Pimentel, diputado por Camagüey, insistió en la idea de que la red de empresas en Cuba no puede estar ajena al sistema empresarial de la música.
“La contribución social es directamente proporcional a la necesidad de proteger y hacer crecer el patrimonio musical. Por ejemplo, en el entramado del municipio una empresa desde sus utilidades puede patrocinar los carnavales o a un grupo musical”, comentó el diputado.
Por su parte, Indira Fajardo, presidenta del ICM, habló en su intervención de cómo es necesario el encadenamiento productivo que va más allá a las empresas que se relacionan con la música. “Hay que diversificar los enfoques para que beneficien al desarrollo cultural del país».
En sus palabras enfatizó en la importancia de los gobiernos locales, el encadenamiento productivo y el vínculo con los artistas. (ALH)