El dúo Cello Capriccioso, conformado por el cellista santiaguero Douglas Vistel y la pianista alemana Almuth Krausser Vistel, ofreció un concierto en la Sala José White, de la provincia Matanzas, donde celebraron sus 30 años de vida artística conjunta.

«Tocar aquí para mí es una experiencia espectacular. En el 2017 también me presenté en este sitio. En Matanzas siempre encuentro un público muy atento, que va conmigo. Las obras de hoy las interpretamos en La Habana y hasta ahora pensamos repetirlas en Santiago de Cuba», comentó Douglas Vistel.

Conformaron el programa las sonatas para piano y violoncello Nr. 2 en la menor, op. 81, de Nikolai Miaskowski (1881-1950); Allegro moderato, Andante cantabile y Allegro con spirito; Sonata en do menor, op. 6 de Samuel Barber (1910-1981)  y otras.

Según María de los Ángeles Horta Hernández, profesora de piano de la Escuela Provincial de Arte (EPA), quien presentó y agradeció con emotivas palabras a los músicos por la actividad, el reconocido cellista colaboró dos veces en el Festival de Cámara de la EPA Federico Smith.

También, impartió durante varias ocasiones clases maestras a los estudiantes, y caracterizó al artista como una persona con una sencillez y un altruismo increíble. Además, destacó las sonatas tan complejas que ejecutó en un solo programa.

El Dúo Cello Capriccioso concluyó el encuentro con las obras Lamento negro, Son lento para Almuth y Cuban Kitsch, del mismo Douglas Vistel. Este programa refleja importantes estaciones en el desarrollo de la unión de ambos.

La Sonata de Miaskowski representa los comienzos del dúo en Moscú, la sonata de Barber los años de búsqueda artística y personal, la sonata de Brahms el contacto con la cultura alemana y europea y las obras de Douglas Vistel el contacto con el mundo cultural cubano. (ALH)

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