Crear ambientes libres de violencia, fomentar la igualdad social entre mujeres y hombres, así como denunciar la discriminación, feminicidios y cualquiera de las expresiones de violencia machista constituyen prioridad para quienes cada 25 de todo mes alzan su voz en reclamo a la no violencia contra las mujeres y las niñas.
En Cuba, el Día Naranja se celebra desde el mes de agosto del 2012, por iniciativa de la Red Mundial de Jóvenes de la Campaña Únete. Las organizaciones y redes nacionales realizan diferentes actividades mensuales para crear una conciencia contra la violencia de género.
La elección del naranja responde a que éste es un color que representa el futuro brillante y optimista, libre de violencia contra las mujeres y niñas.
Desde la Constitución de la República en 2019, el Programa para el Adelanto de las Mujeres en 2021, el Código de las Familias y la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar trazan un grupo de acciones para combatir toda manifestación de violencia, producto de una sociedad patriarcal y heteromachista que ha calado hasta nuestros días en la conducta de los individuos; y que pone en desventaja a las mujeres y las niñas.
Como voluntad del Estado Cubano de ofrecer una atención diferenciada a esta problemática, recientemente durante el VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba se evaluaron las acciones para la atención a la violencia de género y el cumplimiento de los protocolos de actuación.
El Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), como eje fundamental de esta política, establece la necesidad de profundizar en los factores objetivos y subjetivos que inducen conductas discriminatorias y por tanto obstaculizan un mayor impacto de las acciones en lo económico, político, social y familiar.
Durante el Pleno del PCC también trascendió la aprobación por el Consejo de Ministros del Protocolo de actuación ante situaciones de discriminación, violencia y acoso en el ámbito laboral presentada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, documento que constituye un paso trascendental en la atención a la violencia de género en nuestro país.
En Cuba existen unos 9 579 núcleos con situaciones de violencia, en los cuales conviven 16 116 mujeres y niñas. Es relevante que, de las personas del sexo femenino mayores de 15 años que viven en situación de violencia, el 60% son negras, mulatas y menores de 35 años, con promedio de escolaridad de noveno grado. Una parte de ellas se encuentra desvinculada del trabajo o son amas de casa.
En este escenario tan complejo, donde deben articularse grupos multidisciplinarios integrados por especialistas de Salud Pública, Trabajo y Seguridad Social, la Federación de Mujeres Cubanas, los Gobiernos Territoriales, entre otros; también juega un papel importantísimo el trabajo con los hombres y la deconstrucción de concepciones asociadas a las masculinidades hegemónicas o tradicionales, conseguir transformar las normas sociales sexistas y superar prejuicios y estereotipos que atentan contra la igualdad de género.
Esta iniciativa es impulsada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Plataforma Articulada para el Desarrollo Integral Territorial (PADIT) con el objetivo de impactar en las relaciones de poder tradicionales y las masculinidades hegemónicas, que marcan privilegios para los varones (con mayor énfasis en los hombres heterosexuales y blancos), lo cual constituye una de las principales causas de la desigualdad, la exclusión y la violencia en materia de género.
¿Cómo combatir la violencia desde los medios de prensa?
La violencia contra las mujeres y las niñas constituye una violación de los derechos humanos que ha sido perpetuada durante décadas, y corresponde también a los medios de comunicación combatir tales expresiones.
Aunque en los últimos años en Cuba las temáticas de género tienen un mayor abordaje mediático, existen muchas mujeres y niñas que sufren en silencio las conductas de violencia contra su persona, por lo que el contexto demanda construir nuevas líneas de mensajes para orientar a este sector de la sociedad en sus derechos como personas.
Como otro de los escenarios para visibilizar la violencia contra las mujeres y las niñas se alzan las luchas de aquellos movimientos, asociaciones y grupos no gubernamentales que también ayudan a poner voz a la realidad de las mujeres cubanas y latinoamericanas en su reclamo por la equidad y justicia social.
Sostener en el tiempo la celebración del Día Naranja representa un espacio de empoderamiento desde la unidad de los activistas, aunque el reto para el ejercicio comunicacional actual radica en desmontar los mitos sobre la violencia machista en nuestra sociedad y ofrecer un tratamiento al tema desde un discurso inclusivo que vaya más allá de fechas y celebraciones.
Visibilizar más las acciones que se realizan desde las Casas de Orientación a la Familia, la Federación de Mujeres Cubanas, las Oficinas Municipales de la Fiscalía y la Policía Nacional Revolucionaria constituye otra oportunidad para y desde los medios de prensa, contribuir a la erradicación de la violencia de género en Cuba.
En Cuba ya existen los mecanismos para sancionar las expresiones de violencia. Ninguna persona está autorizada a violentar tu cuerpo, tu dignidad, tu estabilidad emocional y tu libre autodeterminación. No te calles. Denuncia.