Todas las flores de abril son hoy para Vilma. Ella, que desde la modestia y la exigencia supo levantar aún más el papel de la mujer cubana dentro de la Revolución, y hacer de sus derechos y motivaciones, políticas públicas y reconocimiento.

Vilma Espín Guillois

Vilma Espín Guillois fue una destacada feminista y revolucionaria cubana nacida el 7 de abril de 1930 en Santiago de Cuba. Ella se destacó por su compromiso con la causa de la igualdad de género y los derechos de las mujeres, no solo en Cuba sino también más allá. Aspecto que bien supo reconocer el Comandante en Jefe de la Revolución Fidel Castro:

«El ejemplo de Vilma es hoy más necesario que nunca. Consagró toda su vida a luchar por la mujer cuando en Cuba la mayoría de ellas era discriminada como ser humano al igual que en el resto del mundo, con honrosas excepciones revolucionarias».

En el esforzado camino de más de 60 años de emancipación que ha tejido la mujer cubana sin duda alguna la presencia de Vilma es un puntal reconocido. Ella, la miliciana dispuesta, la soñadora de futuro y alegrías, que supo conducir por caminos siempre ascendentes la lucha femenina en Cuba: la de una Revolución dentro de la Revolución.

Ella desempeñó un papel fundamental en la revolución cubana y fue una defensora incansable de la participación activa de las mujeres en la sociedad.

Una de las contribuciones más significativas de Vilma Espín fue la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en 1960, organización que presidió hasta su fallecimiento en 2007. La FMC se convirtió en un importante vehículo para promover la igualdad de género, la participación de las mujeres en la vida política y social, y la defensa de sus derechos en todos los ámbitos. Sobre ello, Fidel resaltó que:

«Al triunfar la Revolución, se inicia su incesante batalla por las mujeres y los niños cubanos, que la llevó a la fundación y dirección de la Federación de Mujeres Cubanas. No hubo tribuna nacional o internacional a la que dejara de asistir por distante que fuera el camino a recorrer, en defensa de su patria agredida y de las nobles y justas ideas de la Revolución».

También jugó un papel crucial en la implementación de políticas a favor de la igualdad de género en Cuba, abogando por la educación, la salud y el empoderamiento de las mujeres. Su legado revolucionario se refleja en su dedicación a la causa feminista y en su lucha por una sociedad más justa e inclusiva para todas las personas.

«El mejor homenaje a Vilma Espín, es dar continuidad a su obra, y así lo han hecho nuestras federadas», expresó en el año 2019 el General de Ejército Raúl Castro, quien compartió con ella toda su vida, los riesgos y el reto de hacer la Revolución y el Socialismo.

Por ello, Vilma es recordada como un ícono de la Revolución y un símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres en América Latina y en todo el mundo. Su legado perdura en la historia de Cuba y sigue inspirando a generaciones de mujeres a seguir luchando por la igualdad y la justicia social. (ALH)

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