La estimulación al personal que se dedica a la ciencia, la tecnología y la innovación en Cuba, además de un merecimiento, es un acto de justicia.

El Sistema Nacional de Categorías Científicas y Tecnológicas  establece los objetivos a lograr y posee un reglamento que dispone los requisitos y procedimientos para su implementación, como forma de estimular su desempeño.

Se incluyen en este universo todos los graduados universitarios que realicen actividades vinculadas a la ciencia, la tecnología y la innovación en las diferentes entidades del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma). También se consideran las universidades y los demás organismos de la Administración Central del Estado.

De las categorías y sus requisitos

En el proceso de obtención de las categorías científicas se otorgan las de Investigador Titular o Auxiliar, que se consideran superiores. Además, existen las de Investigador Agregado y Aspirante a Investigador. Cada una de ellas con  una serie de exigencias, detalladas en la Resolución 171/2023, emitida por el Citma.

Se consideran, principalmente, los aportes realizados en los últimos cinco años. Para acreditarlos se debe confeccionar un expediente, integrado por los modelos oficiales establecidos para la recogida la información y las evidencias que se soliciten.

De acuerdo a la norma legal mencionada, no deben faltar los estudios de grado y de posgrado, la experiencia profesional y los resultados científicos obtenidos. Además, es indispensable detallar las publicaciones y patentes, la participación en eventos y la actividad docente desarrollada.

También se exigen exámenes de problemas sociales de la ciencia y la tecnología e idioma extranjero, así como las distinciones y membresías. Siempre con el objetivo de acreditar de forma fehaciente el nivel de actividad desplegado.

Las categorías honoríficas y especiales

Como parte de la estimulación a los que se dedican a la ciencia, existen también las categorías honoríficas y especiales. Aquí se incluye la de Investigador de Mérito, que se otorga por el prestigio alcanzado en la dedicación a la actividad durante treinta años.

Otra es la condición de Investigador Colaborador, para reconocer personalidades de otros países, distinguidos por una contribución  sobresaliente a la actividad científica en Cuba. Por último, existe la de Experto Consultante, dirigida a los especialistas con una experiencia de más de dos décadas.

Para la revisión y evaluación de los expedientes de los aspirantes existe una Comisión Nacional, así como tribunales centrales por organismos y también provinciales. En el caso de Matanzas, radica en la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, institución insigne de la ciencia en el territorio.

La categorización de los investigadores cubanos, y matanceros en particular, debe ser una prioridad. Es un reconocimiento a los que, venciendo disímiles obstáculos, demuestran a diario que Cuba es un país de mujeres y hombres de ciencia.

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