Un encuentro de hermanos, eso fue el intercambio que sostuvieron los presidentes de Cuba y Argentina, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Alberto Fernández, respectivamente, en la mañana de este sábado en el Palacio de Convenciones, en un espacio que abrieron para encontrarse en medio de las sesiones de la Cumbre del Grupo de los 77 y China.

Primero fue un largo abrazo; luego susurros en tono de confidencias; después las conversaciones formales entre ambas delegaciones, que se extendieron por cerca de una hora.

Díaz-Canel le agradeció por haber venido a la Cumbre, “por estar aquí, con el liderazgo de Argentina en América Latina” y por apoyar así al Grupo de los 77 y a Cuba como presidente pro tempore del mismo.

El mandatario cubano elogió el discurso que había hecho Fernández el día anterior en la Cumbre. Coincidiendo con sus palabras, le comentó que esta reunión ha permitido definir un grupo de desafíos, de prioridades, “el qué”, pero ahora habrá que avanzar en “el cómo” implementarlas, y en esto —le dijo— también tenemos que ser innovadores para encontrar las maneras de hacer las cosas.

Luego de retomar algunos conceptos de su discurso del viernes en el plenario, como la necesidad imperiosa de “cambiar el actual orden económico internacional”, el Presidente argentino avanzó hacia asuntos más íntimos, como su voluntad de no terminar su mandato sin venir a visitar a Cuba, algo que ahora ha cumplido.

Cálido, entrañable, de hermanos, fue también el intercambio que sostendría luego Díaz-Canel con presidentes, primeros ministros y demás jefes de delegaciones de los países miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM) que asisten a la Cumbre del Grupo de los 77 y China.

Hubo momentos de conversación “seria”, “diplomática”, de principios esenciales compartidos, pero a pesar de la “alta política” que debe caracterizar estos encuentros, los estadistas no pudieron escapar al cariño mutuo, incluyendo las risas ruidosas que solo se escuchan en el Caribe, aunque se hable de asuntos muy serios.

Díaz-Canel les agradeció por haber podido “hacer un tiempo” para estar en Cuba, en la Cumbre. “Para nosotros eso es muy significativo”, les dijo. “Lo apreciamos como un apoyo y la responsabilidad que asumimos en el Caribe con las causas de los pueblos del Sur”.

Era fundamental que el Caribe —añadió— estuviera con su voz en esta Cumbre, donde hemos escuchado y llegado a consensos ante los desafíos y retos actuales, y en cómo encontrar las maneras de influir en esa realidad desde la ciencia, la tecnología y la innovación.

El Caribe es una de las regiones del mundo donde más fuertes impactos se sienten por el cambio climático y el injusto orden económico internacional que impera, señaló más adelante Díaz-Canel, quien ponderó que en la Cumbre se haya reconocido las vulnerabilidades de nuestras Islas y de las naciones del continente cuyas costas dan a nuestro mar. Y ayuda mucho —añadió— que se comprendan bien nuestros problemas, intereses, propuestas y objetivos para enfrentar esta situación.

En el plano de las relaciones Cuba-CARICOM, el mandatario ratificó a sus colegas y demás jefes de delegaciones “que Cuba también es Caribe, que todos somos Caribe”, por lo que enfatizó en la necesidad de continuar dándole seguimiento a lo acordado en la pasada reunión entre ambas partes y a su implementación.

jornada de este sábado, el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, sostuvo un encuentro con el excelentísimo señor Demeke Mekonnen, viceprimer ministro y ministro de Relaciones Exteriores de la República Democrática Federal de Etiopía.

En el intercambio recordó su encuentro con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed Ali, semanas atrás, en Johannesburgo, en ocasión de la Cumbre de los BRICS.

Guardo un grato recuerdo de la conversación que sostuvimos, señaló Díaz-Canel. Hablamos de los lazos entre Cuba y Etiopía, a los que él se refirió de forma afectuosa, cariñosa, defendiendo mucho nuestras relaciones.

De aquel encuentro, comentó el presidente, regresé con la convicción de que Cuba y Etiopía podrían ir a un nuevo momento de las relaciones bilaterales.

En el encuentro le insistimos al primer ministro que viniera a esta cumbre, él nos dio las razones por las que no podía asistir, pero nos dijo que usted vendría, señaló Díaz-Canel afablemente al viceprimer ministro Demeke Mekonnen.

El mandatario isleño pidió al también canciller etíope, que le transmitiera al primer ministro “nuestro mayor aprecio, saludos afectuosos, calurosos”, y le ratificó la invitación para visitar Cuba.

Rene Tamayo/Cubadebate

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *