La Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante su resolución 68/192, decidió “designar al 30 de julio como Día Mundial contra la Trata de Personas, ante la necesidad de crear mayor conciencia de la situación de las víctimas de la trata de personas y de promover y proteger sus derechos” . Dicha resolución convoca a diferentes actores, incluida la sociedad civil, a celebrar esta fecha.
La Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU), organización de la sociedad civil cubana que agrupa a 142 socios colectivos y más de 320 socios individuales, unidos también en la defensa de los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y de las normas del Derecho Internacional, se une a esta conmemoración que pretende visibilizar y enfrentar uno de los problemas más graves que afronta la comunidad internacional.
Como reconoce la resolución antes citada, “la trata de personas, especialmente mujeres y niños, constituye un delito y una grave amenaza para la dignidad y la integridad física de las personas, los derechos humanos y el desarrollo”.
Pese a los llamados hechos a erradicar este flagelo, las condiciones que contribuyen a su desarrollo se mantienen y agudizan. La pandemia de COVID-19 ha agravado y puesto en primer plano las desigualdades económicas y sociales sistémicas en los diferentes niveles, las que se encuentran entre las causas subyacentes de la trata de personas. El injusto orden económico internacional prevaleciente, las crisis de diferente naturaleza, las guerras, los conflictos y el cambio climático, figuran también entre las causas que la posibilitan. La Asociación Cubana de las Naciones Unidas se une a la campaña mundial contra la trata de personas 2023 que tiene como tema “Llegar a todas las víctimas de la trata, sin dejar a nadie atrás”. Reafirma que con el combate a este flagelo se contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que llaman también a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, combatir el crimen organizado y erradicar el trabajo forzado, el abuso, la explotación y la violencia que sufren las infancias.
La ACNU, junto a otras organizaciones de la sociedad civil cubana, participa activamente en el diseño e implementación de las políticas públicas que refuerzan la prevención y el enfrentamiento de la trata de personas y delitos conexos. En este contexto, destaca su participación en la actualización del Plan de Acción Nacional para la Prevención y Enfrentamiento de la Trata de Personas y la Protección a las Víctimas (2022-2024), herramienta fundamental en la actuación coordinada entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil cubana para el abordaje a este grave delito.
La ACNU reconoce y apoya la política nacional de “Tolerancia Cero” ante cualquier modalidad de trata de personas, en total consonancia con la letra y el espíritu de las resoluciones de Naciones Unidas sobre este particular. Asimismo, se congratula del excelente desempeño del país en la prevención, el enfrentamiento y la protección a las víctimas, avalado por la Organización de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.
Cuba tiene un también un prestigio ganado en esta esfera, como resultado de la acción combinada de los diferentes actores nacionales, incluida las organizaciones de la sociedad civil. Por ello rechazamos, denunciamos y condenamos los dislates políticos de la administración estadounidense que pretenden desacreditarla en este tema tan sensible. No asombran por tanto las impúdicas y farsantes referencias a nuestro país contenidas en el último.
Reporte anual sobre Trata de Personas del gobierno de Estados Unidos, las que forman parte de la guerra híbrida que se aplica contra la nación cubana, y que demuestran una vez más, la desesperada e inútil pretensión de la administración de ese país de tratar de socavar el apoyo y la autoridad moral con que cuentan Cuba, su población, sus instituciones y organizaciones de la sociedad civil, a nivel internacional.
La ACNU, al ratificar su compromiso de continuar combatiendo este flagelo y apoyando la política de Tolerancia Cero en el plano nacional, se une al llamado que la Organización de las Naciones Unidas hace a la comunidad internacional, para evaluar y mejorar los esfuerzos encaminados a fortalecer su prevención, identificar y apoyar a las víctimas, y poner fin a la impunidad. (ALH)