Tumbada sobre la camilla, la futura madre no podía contener las lágrimas. La preocupación se apoderaba de ella ante el equipo de ultrasonidos.

El especialista en Imagenología y Máster en Medios Diagnósticos, Carlos Olienni Vázquez Soto, con el cariño propio de un hermano mayor la calma, le pide tranquilizarse: «Todo está bien, no te anticipes, no llores por gusto», le dice.

Pide consejo al profe Montejo, con más de 30 años en el servicio y a quien quiere como a un padre. Pasa lentamente el transductor sobre el abdomen que ya comienza a ser prominente. Se detiene para cerciorarse de que cada parámetro esté bien.

El profe Montejo, (sentado al fondo a la izquierda) aconseja a su discípulo con sumo cariño.

De su trabajo dependen muchas cosas. Existe una enorme responsabilidad en la destreza de sus ojos y la sensibilidad de sus manos para detectar cualquier anomalía. Así que no se apura, se toma su tiempo y mientras tanto, explica detalladamente cómo marcha todo. Hay ternura en su tono de voz, tal y como si el futuro bebé fuera parte de él mismo.

Continúa moviendo el transductor sobre la barriga. Busca el mejor ángulo y con una sonrisa bonachona pregunta: «Nadie va a hacer una fotico para el recuerdo?»

Esto constituye parte del día a día del también profesor y miembro de la Sociedad Cubana de Imagenología y Genética Médica, quien labora en su característica consulta de los lunes en el Centro de Genética Médica de la provincia de Matanzas.

Hay muchas horas de estudio detrás de la seguridad con que comunica. Han existido también muchas batallas para ganarse la frase: «Ve a ver a Carlitos, que él es muy bueno».

Los días más difíciles resultan los que debe dar alguna mala noticia, así que trata de ser lo más empático posible. «Nunca una mala noticia suena bien; pero quizás con un abrazo o una palmada en el hombro sea mejor de asimilar», asegura.

Cuidar la vida que se forma y crece constituye el sueño profesional que materializa a diario Carlitos, como cariñosamente lo llaman.

Ya la futura madre sonríe y secó sus lágrimas. Comparte emocionada con el médico que el bebé por nacer tiene su nariz y la boca de su papá, incluso le cuenta sobre cómo lo nombrará.

Brindar » luz»y empatía en medio de la incertidumbre que genera una gestación, cuando algo por mínimo que sea no anda bien, representa la tarea cotidiana de los trabajadores del Centro de provincial de Genética Médica en la Atenas de Cuba, quienes se esfuerzan cada día para marchar a la vanguardia del diagnóstico prenatal.

Parte del colectivo del Centro provincial de Genética Médica en Matanzas.
Carlitos, el segundo de izquierda a derecha, junto a otros miembros de la Sociedad Cubana de Imagenología y Genética Médica.
Carlitos junto a un colega del Centro de Genética Médica en Matanzas.

Sirva esta crónica para reconocer la labor de todo el equipo del Centro Provincial de Genética Médica en Matanzas. (ALH)

0 comentario sobre «Carlitos y su amor por la Imagenología»
  1. Me consta su constancia por adquirir y compartir conocimientos respecto al trabajo que realiza. Su carácter contagia, anima y calma, es una realidad!! Su trabajo de maestría, aportó mayor seguridad para de manera prematura, evitar partos prematuros. Lo conozco muy bien (porque soy su padre) y esa crónica, es una imagen de ultrasonido de su trabajo el cual realiza con el mayor desprendimiento de sí.

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