Cada 8 de febrero se celebra mundialmente el Día del Genetista.
Los genetistas investigan la estructura y función de los genes hasta analizar cómo estos determinan características físicas y predisposiciones a enfermedades en los individuos.
Gracias a su labor, en la actualidad es posible diagnosticar y tratar enfermedades genéticas con mayor precisión y desarrollar terapias innovadoras basadas en la información genética de cada paciente.
En la agricultura, los genetistas contribuyen a mejorar la productividad y la resistencia de los cultivos mediante la selección y modificación genética de plantas. En la biología forense, su labor es crucial para identificar a individuos a partir de muestras biológicas.
En la conservación de especies en peligro, ayudan a preservar la diversidad genética y a garantizar la supervivencia de poblaciones amenazadas.
Es importante reconocer el valioso trabajo de estos profesionales que, con su dedicación y conocimiento, nos acercan cada vez más a comprender los secretos de la genética y a aprovechar su potencial para mejorar la calidad de vida de las personas y proteger el medio ambiente.