La vacuna contra el dengue desarrollada por el laboratorio público brasileño Instituto Butantan es capaz de frenar la replicación del virus cuando la infección ocurre en personas vacunadas, los llamados casos de escape vacunal, lo cual reduce el riesgo de complicaciones, informó este lunes la estatal Fundación de Apoyo a la Investigación del estado de Sao Paulo (Fapesp).

El hallazgo, derivado de un monitoreo detallado de pacientes, sugiere que el inmunizante proporciona una protección significativa incluso cuando no previene completamente la enfermedad. El estudio, publicado en la revista The Lancet Regional Health-Americas, indica que la vacuna de Brasil contra el dengue también reduce la carga viral de los infectados.

De acuerdo con los autores del estudio, una baja carga viral en estos casos también está asociada a una reducción del riesgo de transmisión del virus a los mosquitos, lo que desde la perspectiva de la salud pública podría contribuir a disminuir la circulación del patógeno en zonas endémicas. Este efecto indirecto, conocido como inmunidad colectiva o de rebaño, sería un beneficio adicional crucial para el control de la enfermedad.

“Este dato preliminar sugiere que la vacunación puede tener un efecto importante en la circulación del virus, ayudando a minimizar nuevos brotes de la enfermedad, pero es algo que aún necesitamos confirmar con nuevos estudios”, afirmó Maurício Lacerda Nogueira, autor del artículo y profesor de la Facultad de Medicina de Sao José do Rio Preto, en el interior de Sao Paulo.

El trabajo contó con la participación de Esper Kallás, director del Instituto Butantan, el laboratorio estatal fabricante de vacunas más grande de América Latina, quien estuvo al frente de los ensayos clínicos del inmunizante. La investigación refuerza el perfil de seguridad y eficacia del producto desarrollado íntegramente en Brasil.

La vacuna Butantan-DV, de dosis única, fue aprobada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) a fines de noviembre y está previsto que comience a ser ofrecida en la red pública de salud en 2026 a personas de 12 a 59 años de edad. Su incorporación al Programa Nacional de Inmunizaciones es esperada como una herramienta fundamental para enfrentar la carga anual de la enfermedad en el país.

Datos de la fase 3 de los ensayos clínicos, realizados entre más de 16 000 voluntarios de 14 estados brasileños, muestran que la vacuna presenta una eficacia general de 74.7%, una eficacia de 91.6% contra el dengue grave y una eficacia de 100% contra las hospitalizaciones por la enfermedad. Brasil, que enfrenta epidemias recurrentes, es considerado una región hiperendémica para el dengue, con circulación simultánea y a menudo impredecible de diversos linajes del virus. (ALH)

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