El 27 noviembre de 1871 ocho estudiantes de Medicina fueron fusilados. Este incidente quedó inscrito en la historia de Cuba como la máxima expresión de represalia de la metrópolis contra los cubanos.

A pesar de la incuestionable defensa que el capitán español Federico Capdevila realizara sobre las falsas acusaciones realizadas a los 45 estudiantes de medicina de primer año, los voluntarios chantajearon al tribunal para que ocho muchachos fueran ejecutados.
En 1887 el hijo de Gonzalo Castañón, procedió a extraer los restos de su padre para sepultarlo en Asturias, donde están actualmente, el mismo declaró que la tumba de su progenitor no estaba profanada.

La barbarie incrementó el descontento popular hacia la metrópolis española y llevó a los cubanos a buscar la soberanía en la Isla por medio de la lucha armada.

Sus nombres Anacleto Bermúdez, Carlos Augusto de la Torre, Eladio González, Carlos Verdugo, Pascual Rodríguez, Ángel Laborde, José de Marcos Medina y Alonso Álvarez de la Campa resuenan con fuerza.
Por Brian Alonso Hernández, estudiante de periodismo.
