Un sismo de magnitud 5.6 grados sacudió el viernes la región occidental de Xinjiang, pocos días después de que otro temblor, aquel de 7.1 grados, provocara grandes daños materiales y la muerte de tres personas en ese condado fronterizo con Kirguistán.
El Centro de Redes Sismológicas del país asiático notificó que el movimiento telúrico ocurrió a las 04H01 hora local en el condado de Wushi, con el epicentro localizado a 18 kilómetros de profundidad, sin que de momento se haya informado de víctimas o daños a edificaciones.
El pasado 18 de diciembre, unas 151 personas perdieron la vida en otro temblor de magnitud 6.2 que afectó a las provincias de Gansu y Qinghai, en el noroeste de China, causando graves daños en infraestructuras socioeconómica y más de 200.000 viviendas destruidas.
El hecho de ser una zona poco densamente poblada hizo posible que el número de víctimas se mantuviese bajo pese a la fuerza del temblor, cuyo epicentro se situó a unos 50 kilómetros de Wushi, con cinco poblaciones localizadas dentro de un radio de 20 kilómetros.
El temblor fue perceptible en varias ciudades de Xinjiang como Kashgar, Hotal y la capital, Urumqi, en la que fueron afectados incluso los pisos más altos de los edificios. “Pensé que el terremoto me iba a tirar de la cama”, manifestó Cao Yanglong, quien se alojaba en el piso 21 de un hotel en Aksu.
Las autoridades locales y provinciales han enviado equipos de rescate y emergencias a la zona del siniestro, donde se mantienen movilizadas a 800 personas, 182 vehículos y 32 perros de búsqueda por si fuera necesaria su intervención. (ALH)