Tras una larga jornada de debates y votación, la denominada Ley de Responsabilidad Fiscal fue aprobada por los senadores con 63 votos a favor y 36 en contra.
Ahora la ley deberá ser enviada a la Casa Blanca para que sea firmada por el presidente Joe Biden, cuatro días antes de que EE.UU. incurriera en un impago de su deuda pública.
En la víspera, la Cámara de Representantes había aprobado el texto del proyecto de ley que elevaría el techo de deuda para los próximos dos años, hasta después de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.
En concreto, la Ley de Responsabilidad Fiscal suspende el actual límite de deuda pública de 31.4 billones de dólares hasta el 1 de enero de 2025.
Just now, Senators from both parties voted to protect our hard-earned economic progress and prevent a first-ever default.
No one gets everything they want in a negotiation, but make no mistake: this bipartisan agreement is a big win for our economy and the American people.
Our…
— President Biden (@POTUS) June 2, 2023
También contempla topes al gasto en los programas financiados por el Congreso en ámbitos como la sanidad, la educación, la justicia o la protección medioambiental.
Además endurece los requisitos para acceder a prestaciones sociales y rescinde 28.000 millones de dólares no gastados que habían sido asignados a programas de ayuda frente a la pandemia.
En paralelo, recorta parte de los fondos destinados a la Hacienda pública para reasignarlos a partidas que no sean de defensa y contempla la reanudación de los pagos por parte de los estudiantes universitarios de la deuda que tengan acumulada.
El Gobierno estadounidense está sujeto a una normativa legal que regula el nivel de endeudamiento que puede asumir. Una vez que se llegue al límite y agote las formas de pagar sus cuentas, el Congreso debe levantar el techo de deuda para que el Ejecutivo continúe pidiendo prestado para cumplir con sus obligaciones.