Hace miles de años, los humanos modernos y los neandertales coexistieron en la Tierra durante un tiempo. A pesar de compartir un ancestro común (Homo heidelbergensis), nuestra especie mostró diferencias significativas en herramientas, cultura y comportamiento. Se cree que la competencia por recursos y habilidades adaptativas contribuyó a la supervivencia de una y la extinción de la otra. Ahora también sabemos que las estructuras sociales pudieron ser clave para ello.

Hace unos doscientos cincuenta mil años, los neandertales habitaban Europa y Asia occidental, destacando por sus grandes cerebros, habilidades lingüísticas y herramientas avanzadas. Sin embargo, hace aproximadamente cuarenta mil años, desaparecieron de estas regiones, dejando espacio para la expansión humana. Este cambio gradual señala una ventaja humana, aunque su naturaleza exacta sigue siendo desconocida.

Nicholas R. Longrich, profesor de Paleontología y Biología Evolutiva, Ciencias de la Vida en la Universidad de Bath, sugiere en un artículo de The Conversation que esta respuesta puede estar en “nuestras sociedades”. A lo largo de la historia, los humanos han creado grupos sociales en constante crecimiento: desde bandas y tribus hasta ciudades, estados nacionales y alianzas internacionales. Esta capacidad para construir grandes estructuras sociales puede haber otorgado a Homo sapiens una ventaja frente a la naturaleza y otras especies de homínidos.

La  supervivencia de los humanos modernos frente a  los neandertales pudo tener relación además con la diversidad genética. En 2022, se extrajo ADN de huesos y dientes de 11 neandertales hallados en una cueva en las montañas de Altai, Siberia. Varios individuos estaban relacionados, incluyendo a un padre y una hija, ellos pertenecían a un mismo grupo, y sus restos mostraron una baja diversidad genética.

Los restos fósiles de Altai sugieren que los neandertales vivían en grupos pequeños, probablemente con un promedio de sólo 20 personas, lo que se refleja en su baja diversidad genética. Además, las sociedades numerosas ofrecen ventajas adicionales. Con más individuos, hay más mentes para resolver problemas, desarrollar técnicas para fabricar herramientas y el comportamiento se vuelve cada vez más complejo. Además, la diversidad genética en grupos grandes impulsa una mayor diversidad de ideas.

El profesor destaca que es posible que la anatomía neandertal pudo haber favorecido a la creación de grupos pequeños. Dado su robustez y musculatura, eran más pesados que los humanos modernos, lo que implicaba que cada uno requería más alimento. Por lo tanto, la tierra podía sostener a menos neandertales que a Homo sapiens.

Los restos fósiles de Altai sugieren que los neandertales vivían en grupos pequeños, probablemente con un promedio de sólo 20 personas, lo que se refleja en su baja diversidad genética. Además, las sociedades numerosas ofrecen ventajas adicionales. Con más individuos, hay más mentes para resolver problemas, desarrollar técnicas para fabricar herramientas y el comportamiento se vuelve cada vez más complejo. Además,la diversidad genética en grupos grandes impulsa una mayor diversidad de ideas.

El profesor destaca que es posible que la anatomía neandertal pudo haber favorecido a la creación de grupos pequeños. Dado su robustez y musculatura, eran más pesados que los humanos modernos, lo que implicaba que cada uno requería más alimento. Por lo tanto, la tierra podía sostener a menos neandertales que a Homo sapiens.

Tomado de la Revista National Geographic en español

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