Fundada el 9 de mayo de 1972,  la Universidad de Matanzas, tiene la misión de formar profesionales de alto rendimiento,  comprometidos con el desarrollo de la provincia y el país. 

La Casa de altos estudios yumurinos cuenta con un amplio programa educativo y contribuye a la superación constante de sus profesionales.

El centro  ha sido factor clave en situaciones de emergencia del país como lo fue la cuarentena por la Covid-19, al convertirse en un Hospital de Campaña; así como  el apoyo a las familias de la Zona Industrial durante el incendio de la Base de  Supertanqueros.

En la actualidad integra la lista de las 5 mejores universidades del país, única en acoger una Mipyme del Ministerio de Educación Superior y hogar del  Parque Científico Tecnológico .

Desde su fundación se han graduado más de 57000 profesionales cubanos y extranjeros. En la actualidad se forman profesionales en 46 carreras universitarias de ciencias de la cultura física, pedagógicas, empresariales, técnicas, agropecuarias, económicas, sociales y humanísticas en las modalidades de estudio presencial y semipresencial  y Educación a Distancia

Como parte del proceso de perfeccionamiento institucional, el centro de estudios continúa las actividades  del proceso de acreditación de las Carreras: Ingeniería Química e Ingeniería Mecánica, donde se evaluarán un grupo de disciplinas integradoras .
Un comentario sobre «Universidad de Matanzas: 51 años de historia»
  1. Muchas felicidades en su Aniversario al centro de altos estudios más antiguo de nuestra provincia. Como uno de los cincuenta y siete mil, me siento parte de la casa que me acogió durante unos buenos cinco años de mi vida. Muchas felicidades a la Universidad de Matanzas. Mas de medio siglo de fecunda vida y de parir profesionales en distintas ramas del saber. Sus aulas me cobijaron entre 1980 y 1985, de guajirito del interior a Ingeniero, de adolescente a profesional. Por avatares de la vida, he regresado a ella pocas veces, cada vez encuentro algo diferente, y busco, con nostalgia, alguna construcción, algún rincón, algún detalle, que me traslade a aquel tiempo. Por suerte, el busto de Camilo sigue dándome una cómplice bienvenida, con el sombrero puesto, asegurándome que muchas cosas no han cambiado y que esa sigue siendo mi Universidad. Felicidades a todos, profesores y graduados, estudiantes y trabajadores de servicio.

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