Danilo lleva 40 años trabajando en la brigada extractiva de la unidad forestal de Jovellanos. La experiencia le ha valido hasta la certeza de saber dónde, ni un centímetro más ni uno menos, caerá el árbol que tala.
Los forestales tienen a su resguardo el patrimonio boscoso y también la misión de repoblar y hacer tratamientos silviculturales. La tarea exige esfuerzo y también amor por el trabajo.
Del tubete al campo van las posturas que celosamente se cuidan en el vivero. Especies como el pino caribaea, la acacia y el eucalipto prosperan gracias al cuidado de sus manos. Los planes productivos se concretan, a pesar de las limitaciones logísticas y de recursos.
La entidad consolida su misión de desarrollar renglones como la madera aserrada, el carbón para la exportación y los programas de café y coco en el llano. Incorpora los cultivos varios y la producción pecuaria para contribuir al abastecimiento en los municipios. Es la Forestal matancera, una de las entidades que sostiene su condición de vanguardia nacional durante casi una década.
Cada 21 de junio con el solsticio de verano, llega al hemisferio norte la estación más calurosa del año. Los forestales celebran su día, convencidos de la misión de proteger el patrimonio natural de la nación cubana. Así lo asegura Danilo, luego de 40 años en esta noble tarea. (ALH)