Como odontólogo, el matancero Oscar Amoedo Valdés hizo contribuciones trascendentales. Merece ser recordado en el 79 aniversario de su fallecimiento.

El 10 de noviembre de 1863 nació en Matanzas Oscar Luis Amoedo Valdés. Los primeros estudios los realizó en su ciudad natal. Muy joven comenzó a interesarse por la estomatología. Se inició como ayudante del reconocido dentista Ricardo Gordon, quien estimuló en su discípulo el interés por aprender.

A sugerencia de Gordon se trasladó a La Habana. En esta ciudad matriculó en la Academia Central de Cirujanos Dentistas y en el Colegio Dental El Progreso. Gracias a los conocimientos adquiridos ingresó en la Universidad de La Habana. Realizó los ejercicios para obtener el título de cirujano-dentista entre el 26 de septiembre y el 19 de octubre de 1884, en los que obtuvo la calificación de “sobresaliente”. Se graduó el 22 de junio de 1885.

Una vez graduado viajó a los Estados Unidos para continuar su formación. Matriculó en la Escuela Dental de la Universidad de Nueva York, de donde egresó en 1888. Al volver a Cuba trabajó en Caibarién, Remedios, Placetas y Sancti Spíritus.

Comenzó a ser conocido internacionalmente en 1892. Ese año se celebró en París el Primer Congreso Dental Internacional y fue designado como delegado al congreso por la Sociedad Odontológica de La Habana. Establecido en Francia matriculó en la Facultad de Medicina de París. Tras una brillante hoja académica se graduó el 7 de julio de 1898. Su tesis de grado se tituló L’art dentaire en médecine légale. Para esa fecha ya era profesor de la Escuela Odontotécnica de París.

Defensor de la independencia de Cuba, Amoedo fue miembro activo de la emigración patriótica en Francia. Ante la disyuntiva de ser profesor universitario o renunciar a la ciudadanía cubana, optó por renunciar a su cátedra universitaria. Sin embargo, en 1900 fue autorizado por el gobierno a continuar con su labor docente, sin poseer la ciudadanía francesa.

El 26 de enero de 1902 fue nombrado miembro corresponsal de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. El trabajo de ingreso que envió para ser presentado en el acto de ingreso se tituló Sinusitis maxilar.

Participó en varios congresos internacionales de odontología. Fue corresponsal en París de la revista Crónica Médico Quirúrgica de La Habana. También se desempeñó como presidente de la Sociedad Odontológica de Francia.

Amoedo aportó sus saberes a la especialidad odontológica, al crear 23 nuevos instrumentos para diferentes formas de tratamiento. Debido a las investigaciones que realizó es considerado el Padre de la Odontología Forense.

Entre sus trabajos sobresale El rol del dentista en la identificación de las víctimas de la catástrofe del Bazar de la Caridad (1897), sobre un evento que marcó el nacimiento de la odontología legal. También publicó Identificación de cadáveres por el perito dentista (1899), Estudio de los dientes del Pithecanthropus erectus de Java (1901) y Estudio de los dientes después de la muerte (1904).

 

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