Reconocido como médico, el matancero Joaquín García-Lebredo y Lladó fue el primer científico cubano interesado en lo que sería la ciencia de la bioquímica.

Matanzas fue la cuna de esta personalidad, donde nació el 18 de agosto de 1833. Con quince años ingresó en la Universidad de La Habana. Allí obtuvo los títulos de bachiller en ciencias en 1852, licenciado en filosofía en 1856 y doctor en medicina en 1865.

En 1857 presentó una memoria ante la Facultad de Filosofía de la Universidad de La Habana, acerca de la importancia e influencia de las leyes de Kepler en la astronomía. Ese mismo año tradujo, junto a José M. Carrerá, el Tratado elemental de fisiología humana, de J. Beclard.

Impartió óptica y trigonometría en la Universidad. En esta institución fue bibliotecario y desde 1880 catedrático de higiene en la Facultad de Medicina.

También dio clases de matemática y física en el Colegio San Francisco de Asís. Además, fue profesor de álgebra y geometría en el Colegio El Salvador, de José de la Luz y Caballero.

El 19 de mayo de 1861 estuvo entre los fundadores de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. Integró, en diversas ocasiones, sus comisiones de Anatomía y fisiología, Patología médica e Higiene pública.

Perteneció a la Sociedad Española de Ginecología y fue corresponsal de las sociedades de Biología de París y de Medicina Legal de Nueva York. Colaboró en revistas como Anales de la Real Academia, Revista Médica Cubana, El Genio Científico y Crónica Médico-Quirúrgica de La Habana, entre otras.

Fue un destacado defensor de la filosofía positivista. Fiel a sus postulados, defendió la experimentación en las ciencias. Así lo demostró en sus trabajos acerca de la fiebre amarilla y el tétanos.

Se interesó por las relaciones entre la química y la biología. Defendió la estrecha relación entre estas ciencias, anticipándose al objeto de estudio de la bioquímica.

En 1865 el tema de su tesis de doctorado fue ¿Cuál es la importancia que puede concederse la química en la explicación de los fenómenos vitales? En 1870 la Academia de Medicina de Madrid premió su trabajo Aplicaciones que permite hacer a la fisiología y la terapéutica el estado actual de la química orgánica

Su trabajo La química y la biología, que apareció en la Revista Cubana, en 1885, fue muy elogiado. En él hizo gala de su espíritu enciclopédico, una amplia cultura científica y de dominio de los avances de las ciencias médicas.

Fue amigo de José Martí, quien lo reverenció con estas palabras: “sabio médico, vencedor de la muerte y honra de mi patria”.

Joaquín García-Lebredo y Lladó murió en La Habana el 26 de noviembre de 1889. (ALH)

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