A 31 años de su fallecimiento, el ejemplo de Inela Vento Fondevila vive en sus discípulos. Formadora de mujeres y hombres de bien, es un paradigma de la formación pedagógica en Matanzas.
El 13 de mayo de 1941 nació en Matanzas la destacada educadora Inela Vento Fondevila. Creció en una familia comprometida con la educación y la justicia social. Su padre, el maestro e historiador Saúl Vento Almohalla, fue un reconocido intelectual y revolucionario matancero.
Se graduó de maestra primaria en la Escuela Normal para Maestros de Matanzas el 3 de septiembre de 1959, con la condición de Alumna Eminente. Continuó los estudios en la Universidad de La Habana y alcanzó el título de Doctora en Pedagogía el 27 de mayo de 1964.
Comenzó como maestra primaria en Cárdenas, de 1959 a 1961. Después impartió clases de geografía en las secundarias básicas Bonifacio Byrne y Ramón Mathieu, ambas situadas en la ciudad de Matanzas, entre 1961 y 1964. Seguidamente pasó a la Dirección provincial de Educación. En este centro fue inspectora de geografía. En septiembre de 1965 se trasladó al Instituto Preuniversitario José Luis Dubrocq, institución donde trabajó hasta 1972.
Comprometida con la Revolución, fue miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas y fundadora del Partido Comunista de Cuba. Perteneció a los Comités de Defensa de la Revolución, desde 1960. También formó parte de las Milicias Nacionales Revolucionarias en 1962 y de las Milicias de Tropas Territoriales en 1980. Recibió la Medalla José Tey, así como la condición de mejor trabajadora anual en varias oportunidades.
Tomó parte activa en la fundación de la educación superior en Matanzas. El 1 de septiembre de 1972 comenzó a trabajar en la Sede Universitaria creada ese mismo año. Fue fundadora del Instituto Pedagógico de Matanzas en 1976 y colaboró con el Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech.
Fue nombrada el 20 de enero de 1977 decana de la Facultad de Química-Geografía-Ciencias Biológicas y Educación Física, en el Instituto Superior Pedagógico Juan Marinello, cargo que asumió el 1 de febrero y desempeñó de forma brillante por 15 años.
En esta responsabilidad sobresalió por una acertada dirección del colectivo pedagógico. Logró, sobre la base de la ejemplaridad, influir de forma positiva en la formación de varias generaciones de profesionales matanceros dedicados a la enseñanza de las ciencias naturales.
Lo hizo, además, afrontando problemas serios de salud, que jamás la hicieron desistir de su labor educativa. Logró, por varios cursos escolares, que la facultad que dirigía como decana fuese la más destacada. Fue liberada de ese cargo el 4 de febrero de 1992.
Inela Vento Fondevila falleció en La Habana, de forma inesperada, el 23 de octubre de 1993. Al morir dejó el ejemplo de un magisterio fecundo grabado en el alma de sus discípulos. (ALH)