La triste noticia paraliza el dial como una emboscada de dolor. El viejo radio ya no tiene ni fuerzas para simular el sonido de las palabras. La cabina permanece en silencio para dictar el homenaje. Aquella música de sus inicios, que la abriera al mundo radial, se repite para cerrar el ciclo de una vida llena de gloria.
El micrófono esta vez nadie lo besa con su voz, porque ella parte a la inmensidad. Todas las flores, abrazos y recuerdos estremecen cada espacio ante la despedida.
Magaly Bernal ha muerto tras una lucha por la existencia y la inmortalidad como maestra y amiga. La radio matancera llora ante aquellos sonidos de la locutora, actriz, directora y guionista. La Premio Nacional de Radio que dignificó la obra de la emisora de tu corazón brilla en cada estudio donde con todo histrionismo dejaba boquiabiertos a colegas y radioyentes.
Su voz era inconfundible. Dulce, melodiosa, alegre, atrevida y cautivadora. De siempre se sintió artista y la radio cubana lo confirmó. La tía Magalys, la abuela Tita, el güije Tintineo, María Candela, cautivan en cada libreto. El Grupo dramático de la Cadena Provincial de Radio en Matanzas y el teatro ovacionan a la artista.
Hoy muchos recuerdan nuestra Magaly Bernal Hernández: la manera jocosa de enfrentar sus días, su palabra fuerte y certera. Los archivos rescatan los miles de programas que acarició con su voz y disfrazan con melodías, la niña, que siempre llevaba por dentro.
Hoy quienes aman la radio y gravitan sobre su espacio derraman lágrimas por la ausencia de quien las flores perfuman, esta jornada y para la eternidad, con un adiós.
Ante mis ojos y los últimos recuerdos Magaly se despide como siempre: coqueta, divertida, presumida, pero aunque la vida no las pinte así resulta muy triste perfilar la despedida.
Por más de 50 años se enroló en el mundo de la radio y nos sentó a escucharla. La misma mujer que nos hizo reír y llorar, la maestra que enseñó amar la radio, la locutora enamorada, la actriz empedernida, la directora recia y completa.
Desde hace mucho ella, Sí Magaly Bernal, es y será sonido para ver…