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A José Ángel Sánchez Cutiño le detectaron desde los tres años de edad trastorno con espectro autista (TEA). Sus padres notaron que el pequeño no se comportaba como los demás niños.
De inmediato Marilyn Cutiño, madre del infante, acudió a los especialistas. Después de varios exámenes confirmaron la causa del comportamiento del pequeño.
“Nosotros detectamos que el niño que no se comportaba como los demás. Decidimos llevarlo con especialistas y tuvimos un diagnóstico, con apoyo especializado desde Las Tunas”. A partir de ese momento el padecimiento cambió la vida de los familiares de José Ángel.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el trastorno del espectro autista constituye un grupo de afecciones diversas relacionadas con el desarrollo del cerebro, de origen multifactorial.
Las personas que padecen la enfermedad tienen problemas con la comunicación y la interacción social, y muestran conductas o intereses restrictivos o repetitivos.
DESPUÉS DEL DIAGNÓSTICO…
La familia se trasladó desde La Tunas al sureño municipio matancero de Unión de Reyes, y con la esperanza de observar avances en el pequeño se dirigieron a la institución educativa especial Abel Santamaría Cuadrado. Tendría entonces José Ángel unos nueve años. Ahora suman trece y su madre vive orgullosa de cuánto adelanta su hijo en esta institución. . “En el centro han acogido muy bien a mi niño y no tengo quejas. Ha avanzado mucho y aprendido. Gracias a la escuela socializa mejor con las personas y también se comunica”.
A escala mundial, uno de cada 100 niños tiene autismo. Las cifras diagnosticadas en los últimos años en Cuba señalan que existe un aumento en el padecimiento, y pueden identificarse algunas de sus manifestaciones desde la infancia temprana.
Las capacidades y las necesidades de las personas con autismo varían y pueden evolucionar hacia una mejoría o no, por lo que unas pueden vivir de manera independiente y otras necesitan de constante atención y apoyo.
AMOR CON AMOR SE PAGA
Cuando Marilyn habla de José Ángel sus ojos brillan como una noche estrellada. “Su papá ha sido un motor impulsor. Nosotros estamos felices, contentos de tenerlo, así como es. Es mi único hijo y así soy feliz.”
A José Ángel le fascina la lectura y dibujar, comenta Daymí Espinosa, bibliotecaria en la institución educativa Abel Santamaría. “Desde que llega a la biblioteca busca un libro o una lámina. Quiere aprender cada día más. Es el niño que desde horas de la mañana guía el matutino. Desde la casa ve la revista de la mañana y se mantiene informado.”
A través de la biblioteca escolar se realizó el concurso Sabe más quien lee más y José obtuvo premio a nivel municipal.
El objetivo del concurso consistió en demostrar a los presentes en el evento que un niño con discapacidad intelectual del espectro autista puede lograr muchas cosas, o lo que se proponga y tenga deseos de realizar.
Yamilet Poey Reyes, profesora desde hace dos cursos de José Ángel, expresó que desde que llega a la escuela conversa con todos sus compañeros.
“Dos cursos llevo trabajando con el niño. En el aula se porta muy bien. Conoce los contenidos que se le imparten, algo que no sucede con los alumnosen nuestra enseñanza. Se desarrolla en la lectura y en el resto de las asignaturas tiende a tener mayor dificultad. Capta las ideas, le gustan las Matemáticas y me regocija su avance”, explica la docente.
En la Constitución de la República de Cuba se reconoce el derecho a la inclusión de las personas con discapacidad y su derecho a trabajar.
La psicopedagoga de la institución educativa, Oraima Tápanes Herrera, resaltó la dedicación y el empeño de los docentes cuando imparten clases a los educandos, en especial a niños y adolescentes con espectro autista.
El artículo 27 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad reconoce el derecho de estas personas a trabajar en igualdad de condiciones con los demás, en entornos laborales que sean abiertos, inclusivos y accesibles.
José Ángel es un niño feliz, rodeado del amor de sus familiares profesores y amigos. Marilyn bien lo sabe y agradece la alegría y el beso de todos los días para continuar luchando por su pequeño. (ALH)
